Después de 21 meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador regresa a los eventos públicos con una gran asamblea informativa en el Zócalo.
Un año y 9 meses después de su último evento con público por la irrupción de la emergencia sanitaria del Covid-19, realizado en Oaxaca, el presidente Andrés Manuel López Obrador se volverá a encontrar esta tarde con sus gobernados en el Zócalo de la Ciudad de México, al cumplirse tres años de haber asumido el cargo.
“Digo siempre: territorio, no escritorio. Bueno, territorio, no tanto escritorio, porque también hace falta la planeación. Los asiáticos dicen que un problema bien planteado es un problema medio resuelto, la planeación es necesaria, pero también el campo”, comentó el tabasqueño en una gira por Oaxaca esta semana.
“El trabajo de campo (es necesario), visitar a las comunidades, escuchar al pueblo, la voz del pueblo es la voz de Dios y es la voz de la historia, no lo olvidemos”.
Veintiún meses despúes, con alrededor de 294 mil muertos por la pandemia y más de 3.8 millones de contagios, el primer mandatario apuesta a que, con el 85% de los mexicanos vacunados con el esquema completo, el país ya está listo, o al menos los habitantes de la capital, para volverlo a escuchar en la plaza pública.
Fiel a su estilo, el mensaje en el que habrá de enumerar los avances de su gobierno, estará amenizado con mariachis y cantantes.
Y es que pese a la alerta mundial por la variante Ómicron del coronavirus, el mandatario federal ha convocado a sus simpatizantes a una gran asamblea informativa en lo que ha bautizado como “el Zócalo democrático” de la Ciudad de México y que de acuerdo con su narrativa ha sido el escenario del combate contra sus adversarios y la instauración de la Cuarta Transformación.
“Van a venir esos niños (de bandas oaxaqueñas) y van a estar mariachis y jaraneros y va a estar la hija de Amparito Ochoa, que en paz descanse, que canta bellísimo, muy bien, y terminando el acto va a haber como una hora de rumba, porque la rumba es cultura”, dijo en una conferencia esta semana.
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Carlos Vázquez, vecino de la alcaldía Cuauhtémoc, dispuso desde muy temprano una mesita y una lona con la leyenda “#QueSiga” y la imagen de López Obrador.
Él, simpatizante de Morena y del presidente López Obrador desde hace 23 años, recaba firmas para promover la revocación del mandato.
“Es muy importante el mensaje que brindará López Obrador en el Zócalo, ya hacía falta verlo y escucharlo, reunirnos con él, refrendar que queremos que permanezca más tiempo en la Presidencia”, narra mientras toma los datos personas de una mujer.
“Siempre se sabe qué está haciendo por las redes o el Facebook, pero escuchar su voz en el Zócalo ya lo extrañabamos”, comenta Maribel, quien sostuvo que asistirá al reencuentro con el primer mandatario.
Para Eduardo Huchim, exconsejero electoral y analista político, el presidente López Obrador ha cambiado la forma en que maneja la comunicación con sus gobernados, haciendola directa y sin tapujos, hecho que ha impactado en la percepción que tiene la ciudadanía de su figura como presidente.
“El presidente goza de aceptación y él lo sabe. Ha bajado a la política a ras de suelo”, afirmó.
Frases como “¡Me canso ganso!”, en referencia a que la corrupción en el gobierno se acabaría; “un avión presidencial que no tiene ni Trump”, sobre la venta de la aeronave del Ejecutivo o “¡no, primo hermano, eso se acabó!”, para defender la entrega de apoyos directos y no a través de intermediarios, fueron contenidas por el mandatario federal durante año y medio.
“Ya estábamos muy pushos (pálidos)”, dijo antier durante un recorrido en Oaxaca para inaugurar un camino rural y dónde tuvo su primer contacto con la población en un acto público.
El presidente López Obrador llega a su tercer año de gobierno con importantes retos en materia de seguridad, salud y economía, así como incertidumbre por la irrupción de la variante Ómicron del coronavirus causante de Covid-19, lo cual ha desatado nerviosismo en el orbe.
En materia de seguridad, por ejemplo, el país enfrenta una escalada de la violencia en seis estados del país —Baja California, Sonora, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Jalisco— por la disputa de territorio entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y otras organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa o los Zetas.
En materia de salud, los reclamos sobre el desabasto de medicamentos siguen siendo un tema constante y ya han provocado emplazamientos del primer mandatario a su equipo para resolver el problema.
“Ya tenemos el compromiso de que van a distribuirse los medicamentos hasta la unidad médica más apartada. Así como llegan los refrescos y las Sabritas, ¿cómo no van a llegar las medicinas? Me canso ganso”, afirmó el tabasqueño antier en Oaxaca.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), durante noviembre la inflación interanual en México alcanzó el 7.05%, la más alta en 23 años, y la economía retrocedió 0.43% en el tercer trimestre del año.
De acuerdo con analistas consultados por Forbes México, estos datos obedecen a un debilitamiento en la oferta y demanda de servicios, así como a un menor dinamismo en la industria, afectada por el alza en la renta de fletes marítimos y la escalada de precios de materias primas y alimentos.
No obstante, el tabasqueño ha sostenido que México podrá crecer este año alrededor del 6% y se habrán creado más de 20 millones de empleos.
Para Eduardo Huchim, la primera mitad del mandato lopezobradorista quedó marcado por la irrupción del Covid-19, lo cual distorsionará hacia el futuro los logros de su gobierno.
“Lo cierto es que la pandemia se ha frenado, parece que tendrá un repunte, y hay algo que se escapa al análisis y es que este gobierno recibió un sistema de salud en estado de desastre que a pesar de esa situación se pudo hacer una reconversión hospitalaria y francamente se debería de reconocer”, señaló.
De acuerdo con una encuesta difundida por el diario El Economista, la aprobación del mandatario federal se ubica en un 65%, la más alta desde febrero de 2019, cuando se ubicó en un 67%.
—¿A qué atribuiría la aceptación del presidente en su gestión?— cuestionó Forbes México a diveros habitantes de la capital.
—Hoy en día me parece un presidente cercano. No estoy de acuerdo con muchas de sus políticas o decisiones, pero siento que puedo tomar decisiones reales, ser tomado en cuenta— expone Roberto Enríquez.
—Quizá le preguntaron a mucho ‘pejezombie’, el país está mal, conflictos por todos bandos, ¿a eso le llamamos éxito?— contrapone César Benitez.
En cierta medida, estas posturas son naturales en una sociedad y en México, el involucramiento de la sociedad y la crítica abierta, sea recibida de manera activa o no, al ejercicio de los gobernantes es un reflejo del cambio en la forma en que se comunica desde el gobierno, añadió Huchim.