La verdad histórica de Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón de Lucio fue fabricada en 72 horas en octubre de 2014.
Su “finalidad fue cerrar el caso en tres días”, declaró a la prensa Omar Gómez Trejo, titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa, el viernes pasado.
Fuentes cercanas a la investigación revelaron que Murillo y Zerón –entonces procurador general de la República y director de la Agencia de Investigación Criminal– estaban presionados porque el presidente Enrique Peña Nieto tenía un inminente viaje a China y Australia, y porque crecían las protestas por la desaparición de los 43.
Con base en oficios de las averiguaciones previas PGR/SEIDO/UEIDMS/871/2014 y PGR/SEIDO/UEIDMS/818/2014 y otras actuaciones que obran en el expediente del Caso Iguala, esta es la reconstrucción de la fabricación fast track de la “verdad histórica”.
Lunes 27. Se ejecutan en Cocula cinco aprehensiones ordenadas por Blanca Alicia Bernal Castilla, agente del Ministerio Público, a partir de la detención fortuita de un sujeto el día 25, que “espontáneamente” confesó pertenecer a Guerreros Unidos; de la recepción de una “llamada telefónica anónima”; y de una “mujer de aproximadamente 60 años” que los policías ministeriales encontraron en una tienda del pueblo, llamada “Aquí me quedo”, y que no dio su nombre pero sí los detalles de la estructura de Guerreros Unidos en la región.
En su “Informe Total” del día 26, los investigadores indican que “los entrevistados no quisieron dar sus generales” y “no fue posible” hacer fotografías. Sobre las detenciones, se repiten señalamientos: que estaban ebrios y se golpearon al huir, que dieron sus nombres de inmediato y que confesaron “de forma espontánea”.
08:00-11:00. Son torturados varios detenidos, incluido AGR, El Chereje”, cuya detención no fue registrada y oficialmente seguía libre. Su interrogatorio fue grabado por el agente del Cisen clave JAME-0741, y se realizó bajo el mando de Zerón y Gualberto Ramírez (jefe de antisecuestros) en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en Ciudad de México.
16:00. En conferencia de prensa, Murillo y Zerón informan de cuatro detenciones y mencionan la versión de que los estudiantes habrían sido asesinados en el basurero de Cocula y sus restos, arrojados al río San Juan.
18:00. Un oficio firmado por la agente Bernal registra la detención de El Chereje. Captan cómo Tomás Zerón prepara a testigo
Martes 28. 16:00. La PGR conduce a la prensa al basurero de Cocula.
16:29. Periodistas descubren, videograban y fotografían a Zerón cuando conduce a El Chereje al río San Juan. Zerón oculta la operación al no registrarla ni seguir los procedimientos obligatorios. Mientras él tiene ilegalmente a El Chereje en Cocula, la agente Bernal gira oficios para repetirla debidamente el día posterior: a las 16:00, ordena su traslado a Cocula, pide el cese de custodia, solicita seguridad y convoca a su defensor.
17:11. Policías bloquean el paso a peritos argentinos para que no se aproximen a donde están Zerón y El Chereje. Agente simula haber presenciado hallazgo de bolsas.
Miércoles 29. 08:00. La agente Bernal abre un “Acta de la búsqueda en el Río San Juan”, en la que asegura presenciar, a las 08:54, que buzos de la Marina hallan una bolsa con restos; que a las 14:00, policías traen a El Chereje y que a las 18:00, se interrumpe la búsqueda. Pero Bernal está en dos lugares simultáneamente.
En Ciudad de México, elabora y firma 16 documentos de las 09:00 a las 20:40. Por ejemplo, a las 18:00, al mismo tiempo en que certifica en Cocula el fin de actividades del día, en la capital solicita examen físico de El Chereje a su retorno a la SEIDO.
14:00. En el río San Juan, Zerón escenifica ante la prensa que es El Chereje quien lo conduce y le muestra el lugar dónde habrían arrojado los restos al río.
Del 27 al 29 de octubre, Murillo y Zerón reunieron detenidos, declaraciones falseadas, dos escenarios del crimen fabricados, una teatralización frente a la prensa y evidencia manipulada: la “verdad histórica” del caso Ayotzinapa.