Padres, familiares y activistas tomaron nuevamente las calles de Ciudad de México para demandar justicia, a siete años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
Reclamaron que desde aquella noche del 26 de septiembre en Iguala muchos de los responsables siguen en libertad y los avances en las investigaciones son mínimas.
A las 4 de la tarde, el contingente reunido en el Ángel de la Independencia comenzó a marchar por Paseo de la Reforma y pasó por avenida Hidalgo para llegar al Zócalo.
Ahí los padres de los normalistas encabezaron un mitin. Una de las madres dijo sufrir la ausencia de su hijo y los escasos avances en las investigaciones, por lo que exigió castigo a los verdaderos responsables.
Lamentó que hayan pasado dos años de intentos sin éxito de traer de Israel a Tomás Zerón, ex director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
“Funcionarios que avalaron la verdad histórica siguen estando en la Fiscalía General en puestos de alto nivel”, reclamó.
En el templete se guardó un minuto de silencio y posteriormente, uno a uno, algunos de los padres y estudiantes exigieron justicia y la presentación con vida de las víctimas.
Advirtieron que no habrá “ni perdón ni olvido”. Quienes formaron parte del contingente lo hicieron en orden pero no interrumpieron sus consignas, realizaron pintas, cantos y el tradicional pase de lista de los 43 normalistas desaparecidos.
El gobierno capitalino reportó saldo blanco y la asistencia de al menos 3 mil 500 personas. Durante la marcha, familiares de Julio César Mondragón exigieron que en el expediente del estudiante se consigne que fue torturado hasta morir y no solo se señale el delito de homicidio.
Además, pidieron a la FGR que el expediente sea radicado en un juzgado federal de Guerrero y no de Tamaulipas. Los padres y activistas que hicieron una parada en el Monumento a los 43, que se ubica en la esquina con Bucareli.
La marcha fue resguardada por personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Salvo pintas en las fachadas de algunos inmuebles, no se registraron hechos de violencia. La marcha terminó con un mitin en Zócalo, donde los presentes entonaron el himno “Venceremos”. “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, coreaban mientras se retiraban.