En el presupuesto millonario otorgado a la Guardia Nacional (GN) impera la opacidad, además de que, aunque tiene un carácter civil, ha sido controlada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), alertó la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
“Únicamente 41 por ciento del total de plazas son pagadas con presupuesto de la propia Guardia Nacional mientras que hay 59 mil 396 elementos que ‘pertenecen’ a la institución, pero no tienen una plaza ahí”, indicó MCCI en su investigación “Los militares y la GN: recursos en aumento, simulación, discrecionalidad y opacidad”.
Esas 59 mil 396 plazas coinciden con la cifra que la Sedena reporta como elementos transferidos a la Guardia Nacional desde la Policía Militar.
“A pesar de que la transferencia de elementos militares y civiles de otras corporaciones se haría en una única ocasión y con motivo de permitir que la Guardia Nacional pudiera consolidarse como una institución policial y civil, lo que hemos tenido es un modelo híbrido en el que más de la mitad de los elementos nunca dejaron de estar adscritos a la Secretaría de la Defensa Nacional”.
“Desde el nacimiento de la corporación y hasta la fecha, se ha mantenido un esquema de simulación en el que los elementos militares de la GN solo son civiles en el nombre, pues sus nóminas y adscripción se mantienen dentro de las Fuerzas Armadas”, agregó.
Aún así, el presupuesto anual asignado a la GN ha crecido sustancialmente desde su creación.
En 2019 la GN obtuvo 922 millones de pesos, cifra que se disparó en 2020 a 4 mil 82 millones pero que se fue ampliando en el transcurso del año hasta llegar a los 21 mil 731 millones de pesos.
En 2021 se aprobó un aumento del 64 por ciento por lo la Guardia nacional obtuvo 35 mil 671 millones de pesos, enlista la investigación.
Para 2022 se proyecta un presupuesto de 112 mil 825 millones, cifra que incluso está ligeramente por encima de lo asignado a la propia Sedena.
Con todo, la Guardia Nacional no reporta pagos por la construcción de sus cuarteles ni por los terrenos donde fueron edificados.
Tampoco registra gastos por su equipamiento, armas y vehículos.
El estudio cuestiona el destino del presupuesto millonario de la GN y un paso corto hacia la militarización, tras el anuncio del Ejecutivo federal de que esa corporación se incorporará como una fuerza armada de la Sedena.