Debido a la saturación del hotel filtro, 11 centroamericanos que fueron expulsados el viernes de Estados Unidos bajo el Título 42, siendo portadores de Covid-19 o con un familiar positivo al virus, tuvieron que ser aislados en un espacio de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
De acuerdo con lo informado por personal encargado de recibir a los migrantes en esta frontera, el viernes fueron expulsadas más de 100 personas por el Gobierno de Joe Biden, 11 de las cuales dieron positivo a las pruebas rápidas de Covid-19 que se les aplicaron en las instalaciones de Grupo Beta, pero con sus familias sumaron 25 personas las que tenían que ser aisladas.
Ese día el hotel filtro ya estaba saturado y sólo se pudo hacer espacio para 14 más, por lo que en un principio se pensó en enviar a las 11personas restantes a un hotel externo al hotel filtro, bajo supervisión médica, pero finalmente fueron aisladas en un albergue de la Procuraduría de Protección de NNA.
Se trata de migrantes centroamericanos, principalmente familias monoparentales, con niños menores de seis años de edad, quienes ingresaron a Estados Unidos por la frontera entre Reynosa y McAllen, y permanecieron detenidos por un promedio de tres días antes de ser enviados en un avión a El Paso, para finalmente ser devueltos a México.
Desde el viernes 6 de agosto se coordinó una respuesta humanitaria entre varios actores en Ciudad Juárez y El Paso, para recibir en esta frontera a las más de 100 personas que son expulsadas diariamente, de lunes a viernes, a esta frontera.
En Juárez son recibidas en las oficinas de Grupo Beta, ubicadas junto al puente internacional Stanton-Lerdo, donde se les proporciona alimento, agua, se les brinda información sobre servicios y se les realiza una prueba rápida de Covid-19.
Si son negativos se les ofrece alojamiento en el albergue filtro instalado en el gimnasio municipal “Kiki” Romero, y si resultan portadores al virus son aislados; sin embargo, Ciudad Juárez ya agotó sus capacidades actuales de albergue para migrantes portadores del virus. Hasta ayer, cinco espacios de alojamiento de migrantes contaban con casos positivos de Covid-19, entre ellos el hotel filtro y el Centro Integrador para Migrantes Leona Vicario.
La llegada diaria de centroamericanos expulsados de Estados Unidos, algunos de ellos contagiados; el constante arribo de mexicanos desplazados por la violencia en sus lugares de origen, y la detección constante de migrantes encerrados en casas de seguridad por los traficantes de personas, se ha convertido en un desafío para la ciudad, ya que los albergues están a punto de llegar a su máxima capacidad.
“Ahorita no hay opciones en Juárez, ahorita es un momento difícil para la respuesta humanitaria, estamos con el trabajo día a día, persona por persona, viendo cómo podemos apoyar a la gente”, señaló Marisa Limón Garza, subdirectora del Instituto Fronterizo Esperanza (Hope).
A través del Fondo de Asistencia a los Refugiados de la Frontera, Hope es testigo diario de lo que viven los migrantes en esta frontera, donde actualmente apoya con lo que requieran, como equipo de protección o una estación infantil.
“A veces se han usado fondos privados para encontrar otros espacios, como hoteles o moteles, para albergar a las familias… así trabajamos día a día, por tiempo indefinido”, dijo Limón Garza, luego de que el lunes 9 de agosto Estados Unidos expulsó a 260 personas y con apoyo de organizaciones, algunas fueron enviadas a hoteles, en espera de un albergue.
Dijo que aunque se ha tratado de mostrar la realidad local que vive Juárez al Gobierno estadounidense, las autoridades que trabajan en la vecina ciudad responden que ellos siguen órdenes desde Washington D.C.
Enrique Valenzuela, coordinador del Consejo Estatal de Población (Coespo), aseguró que se está trabajando para abrir nuevos espacios de acogimiento para migrantes, positivos y libres del virus.
“Sí estamos preocupados y ocupados porque más allá del aumento en el número de arribo de personas, se está requiriendo mayor atención humanitaria, y nos encontramos en la necesidad de instalar más filtros sanitarios, a sabiendas de que algunas de estas personas están dando positivo a Covid”, indicó.
El pasado viernes 20 de agosto, la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM) hizo un llamado para trabajar en conjunto por los derechos humanos de los migrantes, debido a que el envío de personas desde Estados Unidos bajo el Título 42 está poniendo a Ciudad Juárez ante un escenario complejo, especialmente en términos de salud y alojamiento.
Hasta el fin de semana, la ocupación total en los 21 espacios de acogida que existen en la ciudad era de aproximadamente 2 mil 600 personas, el 70 por ciento mexicanos desplazados por la violencia que se vive en México.