Un niño de siete años gastó más de mil 800 dólares en un videojuego en Colwyn Bay, Gales. Su padre, Muhammad Mutaza no lo supo hasta que recibió una factura de Apple y, tras creer que había sido un error o una estafa, tuvo que vender su auto para pagar la deuda.
El hombre se enteró que su hijo Ashaz, quien había juagado una hora con su celular, realizó compras dentro del juego de monstruos DreamWorks Dragons: Rise of Berk, a pesar de que se trataba de una versión gratuita.
El padre intentó encontrar una solución administrativa que reconociera la deuda como involuntaria, pero no lo logró, por lo que tuvo que vender su Toyota Aygo para cubrir el gasto del menor. En el juego, basado en una película infantil, se puede personalizar al personaje. Aunque es gratuito, hay algunos elementos que se pueden comprar en más de cien dólares.
Algunos de los argumentos que utilizó Mutaza fue que su hijo presionó teclas al azar y realizó varias compras idénticas, pues no quería perder el juego. En una hora, el menor realizó más de 29 transacciones que iban desde los tres a los 138 dólares. Según su padre, el niño no era consciente de que se podían realizar compras en el juego.
Sin embargo, cada vez que se intenta comprar algún producto en la tienda de Apple, el sistema pide una contraseña, misma que el menor podría haber visto, indicó el padre.
Tras su aparición en los medios y realizar varias quejas, Mutaza consiguió un pequeño reembolso de 286 dólares por parte de la empresa de tecnología.
Mutaza amenazó con emprender acciones legales y desde Apple le contestaron como descargo que, aunque no comentaba sobre casos individuales, la función «solicitar compra» estaba activada de forma predeterminada para niños menores de 13 años.