La bancada del PRI en la Comisión Permanente solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador que informe sobre los gastos de mantenimiento y operación de la aeronave TP-01 “José María Morelos y Pavón”, conocida como avión presidencial.
En un punto de acuerdo presentado por los diputados Dulce María Sauri Riancho, Mariana Rodríguez Mier y Terán, Claudia Pastor Badilla y René Juárez Cisneros, recordaron que una de las promesas de campaña que más impulsó López Obrador fue la venta del avión presidencial. Destacaron que en 2018, el Presidente afirmó que ya tenía posibles compradores.
Luego, anunció una rifa para deshacerse de él, que se realizó el 15 de septiembre de 2019, la que recaudó mil 823 millones 676 mil 500 millones de pesos, con una venta del 78 por ciento de los boletos y un costo de realización y pago de premios por mil 272 millones 727 mil 260 millones de pesos.
Los priistas señalaron que en noviembre de 2018 el TP-01 fue enviado a California, supuestamente para concretar su venta, donde requirió de un desembolso de 33 millones de pesos mensuales por mantenimiento por los 19 meses que estuvo allá.
Según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el costo anual de operación y mantenimiento del avión presidencial es de 199 millones 998 mil 400 pesos, conforme al desglose siguiente:
- Combustible: 70 mil 46 pesos
- Sueldo de la tripulación: 4 millones 47 mil 200 millones de pesos
- Póliza de seguro: 50 mil millones de pesos
- Mantenimiento anual, 57,600,000 millones de pesos
- Adiestramiento anual de la tripulación, 304,800 pesos
- Actualización de software, 18,000,000 millones de pesos
- Total: 199 millones 998 mil 400 pesos
Los legisladores señalaron que se debe contemplar que, en promedio, los costos de mantenimiento y operación del avión presidencial ascienden a un aproximado de 16 millones 666 mil 533 pesos, lo que significaría que desde que el avión regresó a México se habrían gastado aproximadamente 166 millones 665 mil 332 pesos, cifra equivalente a 10 meses.
Indicaron que a más de dos años de que se iniciara la venta del avión presidencial, este se mantiene inmóvil, sin uso y bajo la propiedad del Estado mexicano.
Su mantenimiento ha continuado e incluso se cree que pudo haber aumentado como consecuencia de su traslado a California, en perjuicio de la integridad de las instituciones nacionales y del erario público.