Durante dos años, una sequía prolongada y severa ha puesto en jaque las dos principales actividades económicas de las zonas rurales y seccionales de la capital de Chihuahua, de acuerdo con testimonios de ganaderos de la zona.
Aseguraron que la ganadería y la agricultura sufren el embate de la falta de agua, que desencadena el desabasto de forraje, su encarecimiento e importación, y la muerte de animales que ante los altos costos de engorda se venden a precios “casi regalados”.
Mientras esto sucede el gobierno federal eliminó apoyos como Procampo y el Fonden, con lo que no se ha recibido ningún tipo de estímulo para el campo en estos sectores. Al Estado, “ni lo conocen”, aseguran los ganaderos, mientras que el municipio ha apoyado poco con algunas bolsas de concentrado. Ante este panorama los ganaderos no tienen esperanza de pasar agosto sin lluvias y con un pronóstico de sequía, y menos sin ningún tipo de apoyo.
“Desde noviembre estamos acarreando el agua y la pastura. Sembramos el año pasado pero no se dio nada debido a la falta de lluvia, y parece que se va a prolongar la sequía durante este año. Entonces si nos anda yendo bastante mal. A mí no me quedan más que unas pocas cabezas, que las otras las tuvimos que dar barato porque pues no pesan, andan en 300 kilos y ahorita no hay precio pa’l ganado flaco y lo compran regalado, 15 o 17 pesos, según las condiciones del animal. Para cuando llueva ya vamos a perder todo”, detalló el ganadero René Anchondo.
Como él este seccional rural cuenta con un estimado de mil 200 habitantes cuya actividad económica gira en torno a las citadas actividades que requieren de la lluvia principalmente. No obstante los pobladores aseguran que desde el año 2019 van arrastrando la problemática de la sequía con la que se les ha hecho imposible que la producción de ganado sea redituable.
“Se pronostica la peor sequía en mil 200 años, como lo está declarando Estados Unidos. Ojalá se equivoquen, porque no aguantamos ya, si acaso aguantaremos ya hasta julio o agosto y vender a lo que nos compren y ya retirarnos ya de aquí a ver a dónde nos dan trabajo… que no hay, y peor con esta pandemia que ni podemos salir”, abundó.
Sin embargo no se trata sólo de la zona rural de la capital, pues según datos del Monitor de Sequía de México de Conagua, actualmente más del 50 porciento del territorio estatal mantiene niveles de sequía entre severa y excepcional, y aún si este año llegan las lluvias el daño ya está hecho, y la recuperación tardaría al menos 5 años para estabilizar esta actividad, consideró por su parte el presidente seccional de El Charco, Carlos Ramos.
Sin ningún tipo de apoyo económico para mantener su producción y deshaciéndose poco a poco del hato ganadero, que no reditúa la inversión los ganaderos consideran que se necesita el apoyo urgente, ya que se gasta más en la alimentación que en lo que producen.
Los ganaderos coincidieron en que la situación es crítica en el campo y de no llegar los apoyos necesarios va a acabarse la ganadería en estas zonas rurales.