Al son de la marimba, la jarana y el arpa, los músicos que tocaron sones jarochos pusieron a bailar a decenas de personas en la zona Centro de la ciudad; la música era escuchada por quienes acudieron ayer a realizar compras, pero más que el momento festivo, se encontraron con la entrega de víveres gratis para quienes lo necesitaban.
De esa manera, veracruzanos radicados en Ciudad Juárez que forman la asociación civil “Jarochos que ayudan”, buscan retribuir a esta frontera, un poco de lo mucho que les ha dado, expresó su dirigente, Carlos Rodríguez López.
Carlos recordó que llegó a esta ciudad en 1991 a la edad de 26 años, sólo con la secundaria y con deseos de salir adelante. Mientras trabajaba estudió la preparatoria en el sistema abierto y posteriomente la licenciatura en Administración Pública y Ciencia Política en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).
“Yo no tenía recursos para pagar la universidad, pero las oportunidades que aquí me dieron fueron tan grandes que sólo pagué el primer semestre, los demás tuve beca, ¿cómo no voy a estar agradecido con esta ciudad?”, mencionó.
Dijo que de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se estima que en Juárez viven unas 120 mil personas originarias de aquel estado del sur del país, quienes llegaron principalmente por el “boom” de la maquiladora.
Todos ellos han encontrado aquí trabajo y en muchos casos como el suyo, la forma de superarse, mencionó.
“Lo que pretendemos, en agradecimiento al pueblo de Ciudad Juárez, es hacer actividades que impacten de manera positiva, estamos muy agradecidos con esta fronteriza y lejana ciudad que nos está dando el pan de cada día”, dijo.
Además de entregar artículos de despensa, colocaron una mesa para quienes pudieran aportar este tipo de productos para de esa manera seguir entregando, también realizaron limpieza en las calles del primer cuadro.
“Queremos mandar el mensaje de cuidar la ciudad, de mantener una ciudad limpia, nosotros agradecemos mucho a esta frontera que bondadosamente nos abrió las puertas y a manera de agradecimiento hacemos este tipo de actividades y estamos prestos a servir en cualquier momento que se nos llame por parte del Gobierno o de cualquier otra organización para hacer sinergia y mantener una ciudad bonita”, comentó.
Indicó que la agrupación, actualmente conformada por 13 personas, pero que involucra a muchos veracruzanos más, busca también rescatar sus raíces a través de actividades culturales con música y danza en diferentes espacios públicos de la ciudad.
Entre los planes está realizar un carnaval jarocho y establecer una casa de cultura en una propiedad que está en remodelación para que sus hijos y nietos aprendan a tocar el arpa, la jarana, la marimba, conformar un ballet folklórico y tomen clases de oratoria.
“Aquellas raíces que están impregnadas en nuestra piel, nuestra sangre, aparte de lo alegre y guapachero que por naturaleza es el jarocho, las únicas caritas sonrientes en la época prehispánica que se encontraron, precisamente fueron en nuestra tierra, de ahí que el jarocho es alegre”, destacó.
Para conformar la agrupación tuvieron que pasar décadas y siempre quedaba en intentos hasta que finalmente se pudo establecer, indicó.