Un residente de El Paso fue sentenciado a 20 meses de cárcel, a pagar una multa de 2 mil dólares y cumplir dos años de libertad condicional, después de ser declarado culpable de traficar especies protegidas.
Para realizar este tipo de actividades ilícitas, aprovechaba que poseía acceso a un carril de viajero confiable –la denominada ‘línea exprés’– para cruzar a los Estados Unidos sin hacer la fila normal en puentes.
Alejandro Carrillo, de 62 años de edad, se declaró culpable el pasado 9 de julio del 2020 de dos cargos de conspiración para traficar con vida silvestre y un cargo de contrabando.
Carrillo admitió ser parte de una conspiración para contrabandear vida silvestre desde México a EU vía El Paso desde mayo de 2016.
Fungía como intermediario entre varios proveedores de vida silvestre con sede en México y sus clientes en EU.
En la investigación se estableció que Carrillo se encargaba de recoger diversas especies animales en Ciudad Juárez, Chihuahua, y de transportar en calidad de contrabando dichos ejemplares de vida silvestre en su automóvil a los Estados Unidos, utilizando un cruce fronterizo de El Paso.
Debido a que Carrillo es ciudadano estadounidense, y propietario de una tarjeta de inspección rápida de red electrónica segura para viajeros (SENTRI), su cruce fue facilitado de acuerdo a la legislación vigente.
Una vez en territorio de los Estados Unidos, Carrillo enviaba las especies silvestres a través del sistema de mensajería de la empresa FedEx, o por el Servicio Postal de los Estados Unidos a sus clientes al interior del país.
Trascendió que en varias ocasiones los animales que fueron enviados por esos medios murieron durante su transportación.
Jean Williams, secretario de Justicia Auxiliar Interino de la División de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia, y Edward Grace, subdirector de la Oficina de Cumplimiento de la Ley del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de E.U. (USFWS), dieron a conocer la sentencia contra el paseño.
“El tráfico de especies protegidas en violación de las leyes estadounidenses e internacionales es dañino para los animales y sus hábitats nativos”, dijo Williams al dar a conocer la sentencia.
“El Departamento de Justicia sigue decidido a trabajar con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para garantizar que estos animales en peligro de extinción estén protegidos”, agregó.
Por su parte Edward Grace, sostuvo que el tráfico de especies en peligro de extinción va en detrimento de la naturaleza misma, por lo que condenó las acciones ilícitas del ahora sentenciado.
“El tráfico de vida silvestre está diezmando gran parte de los recursos naturales del mundo”, sostuvo el director asistente de la Oficina de Cumplimiento de la Ley del USFWS.
“Es fundamental disuadir y desmantelar a los traficantes de vida silvestre para garantizar la sostenibilidad de nuestros recursos naturales, proteger contra la propagación de enfermedades zoonóticas y para que las generaciones futuras puedan beneficiarse de las diversas especies de vida silvestre y plantas del mundo”, afirmó Grace.
Trascendió que entre abril del 2015 y diciembre del 2019, Carrillo transportó ilegalmente especies de vida silvestre a través de la frontera entre Estados Unidos y México con un valor de mercado de más de 3 millones 500 mil dólares. Carrillo recibió una “tarifa de cruce” por cada cruce fronterizo, cuyo monto dependía de la cantidad de animales transportados, el tamaño de los paquetes y, en algunos casos, el nivel de riesgo de ser detectado por las autoridades.
En dicho período, Carrillo recibió más de 198 mil dólares para transportar vida silvestre a través de la frontera entre Estados Unidos y México.
El 22 de septiembre de 2016, Carrillo recogió varios reptiles de un proveedor en Juárez, incluida una tortuga de río centroamericana (Dermatemys Mawaii), que de acuerdo a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) es una especie protegida y en peligro de extinción, sin embargo, el sentenciado las transportó a través de la frontera México-Estados Unidos hasta su residencia en El Paso.
Posteriormente Carrillo volvió a empaquetar a los animales y los envió a un comprador en Oklahoma.
El valor total del envío fue de 1 mil 650 dólares, a sabiendas de que Carrillo no tenía un permiso de importación CITES para ninguno de los animales traficados, y que no se emitieron permisos a nombre de ninguno de los proveedores.
Adicionalmente se estableció que Carrillo no presentó el formulario de declaración de importación de vida silvestre necesaria al USFWS.
De tal forma la Oficina de Cumplimiento de la Ley del USFWS y la Sección de Crímenes Ambientales de la División de Medio Ambiente y Recursos Naturales investigaron el caso en cuestión.
Los abogados litigantes Mary Dee Carraway y Gary Donner, de la Sección de Delitos Ambientales, procesaron el caso que dio como resultado la investigación, detención y sentencia del paseño.