El Zoológico y Jardín Botánico de El Paso anunciaron hoy la muerte de ‘Juno’, la elefanta asiática quien luego de cuatro años, perdió la batalla contra el cáncer de mama, según informaron los funcionarios del zoológico.
Juno fue diagnosticada en octubre de 2016 y, desde entonces, había tenido seis sesiones de electroquimioterapia bajo anestesia general, tres de las cuales incluían terapia génica para ayudar a su sistema inmunológico a reconocer y combatir el tumor, según se informó.
“Nuestro objetivo con la electroquimioterapia era disminuir el tamaño de la masa, hacer que la enfermedad esté estática y mantener a Juno cómoda”, dijo la Dra. Victoria Milne, jefa de veterinaria del zoológico.
Los funcionarios dijeron que, si bien el tumor respondió a los tratamientos, el cáncer se volvió más agresivo y nuevamente comenzó a crecer a un ritmo alarmante en noviembre de 2020.
Los médicos veterinarios del zoológico dijeron que la última opción de tratamiento fue eliminar la masa, “una cirugía muy rara y difícil”.
“La cirugía logró que Juno se sintiera más cómoda durante unos meses, pero el tejido canceroso no pudo ser eliminado por completo, lo que eventualmente conduce a complicaciones y recurrencia durante el proceso de curación”, señalaron.
Agregaron que, durante esta semana, la salud de Juno empeoró repentinamente y dejó de comer, beber y sus analgésicos ya no la ayudaban lo suficiente.
“A pesar de los mejores esfuerzos de su dedicado equipo de cuidado animal, los expertos veterinarios determinaron que no se podía hacer nada más, y la decisión más humana fue ayudarla a terminar con gracia su batalla de 4 años. con cáncer”, se lee en el informe del zoológico.
A la edad de 53 años, Juno fue sacrificada pacíficamente en presencia de los cuidadores de animales “que la cuidaron y amaron desde que llegó al zoológico”.
Los funcionarios explicaron que, como parte de la práctica estándar, se realizará una necropsia completa.
“Extrañaremos a Juno ya que era una gran parte de este zoológico. Tenía una actitud y una personalidad más grande que un elefante y siempre te dejaba saber exactamente cómo y qué se sentía”, dijo Joe Montisano, director del Jardín Botánico y Zoológico de Paso