El Gobierno del presidente Joe Biden espera aliviar la tensión del arribo de miles de niños no acompañados a la frontera de Estados Unidos con México al anular una orden de su predecesor que desalentaba a los posibles patrocinadores a presentarse para hacerse cargo de ellos.
La medida tomada por Donald Trump en 2018 exigía al Departamento de Salud y Servicios Humanos que diera la información sobre los patrocinadores a las autoridades de inmigración, lo cual desalentaba a los familiares de presentarse, por miedo a ser deportados.
Un alto funcionario del Gobierno dijo el viernes que el Departamento de Salud no era una agencia policial y que el objetivo del anuncio era alentar a los familiares y otros patrocinadores a presentarse.
El número de menores no acompañados aumentó en un 60% a más de 9 mil 400 en enero y febrero. El funcionario habló bajo la condición de anonimato por tratarse de conversaciones privadas.
Buena parte de la medida anterior había sido derogada parcialmente mediante juicios y otras directivas, pero funcionarios del Gobierno dijeron que su derogación total transmite un mensaje más fuerte.
Las instalaciones financiadas por el Gobierno estaban saturadas debido al coronavirus y la escasez de camas y el número de niños que cruzan la frontera abruma el sistema de procesamiento. Los funcionarios dicen que los menores permanecen en promedio 37 días en instalaciones patrocinadas por Salud y Servicios Humanos.
La decisión es un paso más en la derogación de medidas de Trump que desalentaban a la gente de buscar refugio en Estados Unidos, el destino más concurrido del mundo para solicitantes de asilo en 2017.
Se derogan sobre todo las medidas que obligaban a los solicitantes a aguardar en México sus audiencias ante las cortes en Estados Unidos. Unas mil personas con procesos en curso han podido ingresar al país y otras 25 mil podrán hacerlo en los próximos meses.
Días atrás el Gobierno anunció que reactivaba un programa anulado por Trump que facilitaba la reunión de niños centroamericanos con sus padres en Estados Unidos. Esta medida permite a los niños solicitar el estatus legal en Estados Unidos desde sus propios países en lugar de realizar la peligrosa travesía hasta la frontera con México.