Luego de haber cruzado la frontera de manera ilegal, cerca de 100 migrantes fueron expulsados ayer de Estados Unidos a Ciudad Juárez bajo el Título 42 de la Sección 265 del Código de los Estados Unidos, sin la oportunidad de solicitar asilo político.
El primer grupo observado estaba conformado por unos 40 migrantes, quienes dijeron que cruzaron la frontera por Reynosa, pero fueron trasladados en avión a El Paso, para ser enviados a esta frontera.
“Nos engañaron (los coyotes), nos dijeron que nos iban a llevar para Houston para que arregláramos papeles y nos hicieron cruzar el río Bravo… nos engañaron, nos engañaron”, dijo entre lágrimas “Juan”, un hombre de origen hondureño, enviado a México con su hija de unos dos años en los brazos.
Entre lágrimas, el hombre narró que además llegó a El Paso creyendo que los llevaban a un albergue de Estados Unidos, pero finalmente los expulsaron a México.
Con sus pocas pertenencias dentro de una bolsa de plástico, el centroamericano repetía una y otra vez “nos engañaron… y todavía le debo al coyote”, mientras se acercaba con todo el grupo de migrantes al Centro de Atención Integral para Migrantes (CAIM), ubicadas a un costado del puente internacional Paso del Norte-Santa Fe, cuyo personal detectó que su hija tenía síntomas de Covid-19, por lo que solicitaron el apoyo de una ambulancia.
Abrazada de su padre, la niña fue revisada por los paramédicos de la Unidad de Rescate de Gobierno del Estado (URGE), quienes finalmente decidieron trasladarla al Hospital Infantil de Especialidades para que fuera revisada por un médico.
“Javier”, otro centroamericano, fue enviado a esta frontera también con su hija de dos años, con quien lleva 15 días migrando desde Guatemala.
“Cruzamos cerca de Monterrey hace como tres o cuatro días, nos trajeron en avión a El Paso”, narró el hondureño.
Aproximadamente una hora después, otro grupo de unos 70 migrantes fue expulsado también a Ciudad Juárez, por el puente internacional Paso del Norte-Santa Fe.
Al ser cuestionados sobre por dónde cruzaron a Estados Unidos, la mayoría optó por no responder, mientras que tres dijeron haberlo hecho por esta frontera y uno más dijo que no sabía, pero que había sido trasladado en bus a El Paso.
“Cruzamos el muro en la madrugada (del jueves) por Anapra, caminamos nueve horas, nos perdimos, hasta que llegamos a El Paso y nos detuvieron. Pero no nos dieron nada de comer, nada más una botella de agua”, dijo uno de ellos, originario de Guatemala, aproximadamente a las 2:00 de la tarde.
La semana pasada la congresista demócrata Verónica Escobar anunció que desde el lunes 8 de marzo El Paso y otras ciudades fronterizas empezarían a recibir aviones llenos de migrantes procedentes del Valle del Río Grande, lo cual de acuerdo con los propios migrantes ocurrió con decenas de ellos.
De acuerdo con Enrique Valenzuela, coordinador del Consejo Estatal de Población (Coespo), los integrantes del grupo de migrantes que llegaron a ayer a las oficinas del CAIM no aceptaron ir a un albergue filtro.
“Hay un incremento importante de personas que están llegando ahora sí que engañadas porque refieren que (los coyotes) les dicen que ya está abierta la frontera y los hacen salir de su país”, lamentó el funcionario estatal.