La Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid, en España, reculó y debido a la pandemia del coronavirus decidió suspender todas las manifestaciones y concentraciones programadas para el próximo domingo y lunes con motivo del Día Internacional de la Mujer, en donde se calculaba una participación de 60 mil personas en las calles.
José Manuel Franco, delegado del Gobierno en Madrid, explicó que la decisión se tomó por motivos de “salud pública” y teniendo en cuenta que la comunidad de la capital española está en uno de los territorios del país que tiene un mayor índice de contagios y de hospitalizaciones por coronavirus.
Afirmó que después de estudiar detalladamente cada una de las peticiones presentadas (recorridos establecidos, previsión de asistencia, duración y lugares de celebración, entre otros detalles), y teniendo en cuenta las posibles confluencias de distintas concentraciones multitudinarias en varias zonas de Madrid, se tomó la “decisión firme” de prohibir dichos actos.
La Delegación del Gobierno en Madrid había recibido alrededor de 60 peticiones de organizaciones feministas para celebrar concentraciones o manifestaciones en torno al Día Internacional de la Mujer, y las principales estaban previstas en lugares como Embajadores, Atocha, Cibeles, la Puerta del Sol o Callao. La semana pasada dicho organismo había autorizado en Madrid concentraciones de menos de 500 personas para el 8M.
Según Franco, con esa cifra se cumpliría la normativa regional, aunque fue calificada como muy polémica. Enseguida la ministra de Sanidad, Carolina Arias, hizo un llamado a la responsabilidad asegurando que no era prudente realizar manifestaciones este año.
Además, recibió el apoyo de la Consejería de Sanidad madrileña que también había desaconsejado todas las convocatorias sobre las que se le había pedido un informe técnico por el posible incremento de contagios. Además, el alcalde de Madrid, José Martínez Almeida, criticó la autorización de dichos actos para el 8M.
«Todos sabemos lo difícil que es controlar a 500 personas, que no se mantienen las distancias de seguridad, y la aglomeración puede ser un factor de transmisión de riesgo. Pido al gobierno (de Pedro Sánchez) que renuncie a un mensaje político, porque no es necesario que sean manifestaciones», expresó. Apuntó que no tiene “ningún problema en reivindicar el feminismo como la igualdad entre hombre y mujer”, por lo que ha pedido “que nadie empiece con la monserga de que no cree en el feminismo”.
De hecho, afirmó que “convendría que todos los que promovieron las manifestaciones del 8M el año pasado pidieran disculpas”, ya que “disponían de elementos de juicio suficientes para saber que esas manifestaciones supusieron un grave riesgo”, esto en referencia que días después el gobierno decretó el confinamiento domiciliario en todo el país debido a la pandemia.