La pandemia revolucionó la forma de impartir clases del odontólogo Carlos Iván Rivera Muñiz, catedrático de la Universidad Autónoma de Chihuahua, quien se destaca por sus contenidos académicos y divertidos en la red social TikTok, con más de 94 mil seguidores de todo el mundo.
A sus 10 años como docente en la Facultad de Odontología, comenzó a grabar sus primeros videos de TikTok en marzo de 2020, como una forma de entretenimiento para aliviar el estrés, luego de estar en confinamiento en su casa ante la pandemia.
“En aquel tiempo se prohibieron las clases presenciales y las consultas odontológicas, además mi familia se contagió de Covid-19, por lo que empecé a subir mis primeros videos a TikTok como una terapia para no volverme loco”, recordó.
Explicó que poco a poco se dio cuenta que en la red social había médicos de todo el mundo que subían contenidos, por lo que empezó a tener comunicación y paralelamente se enteró que era seguido por exalumnos y estudiantes, no sólo de la universidad, sino de otras instituciones educativas del país.
“Es un reto grabar videos cortos de hasta 60 segundos que sean simples, entretenidos y donde logres transmitir un mensaje efectivo, lo que me obligó a hacer mucha investigación para poder dar fuentes verídicas y confiables de los temas que abordo”, dijo.
El éxito que ha tenido el catedrático de 45 años de edad en esta red social, que califica como curiosa, lo atribuye a la mezcla de información sobre la salud con “locuras” que se le ocurren, lo cual hace divertidos sus videos. Así puede publicar un consejo para que no huela mal la boca, hasta la recomendación de acudir a un dentista cuando se le quede atorado un anillo en el dedo.
El @doctor.carlos, como se le conoce en TikTok, ha subido más de 650 videos y cuenta con más de 869 mil “me gusta” en sus publicaciones, con cerca de 100 mil seguidores de todo el mundo. Algunas de las satisfacciones que le ha dejado este hobby es interactuar con profesionales de la salud de todo el mundo.
Además de llegar a miles de personas con sus videos, así como recibir comentarios de sus seguidores de apoyo y agradecimiento; “el hacer esto que me gusta me da alegría y es una forma efectiva de combatir el estrés, me siento afortunado”.
Finalmente, recomendó a otros docentes perder el miedo a las redes sociales, ya que la edad de los alumnos universitarios es de los 18 a 25 años de edad, debemos saber qué y cómo piensan para poder acercarnos mejor con ellos. No es necesario que suban contenidos, dijo, basta con entrar a las diversas plataformas y ver lo que los jóvenes publican.