Tras haberse reelegido dos a uno, la primera alcaldesa del municipio de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, suena como la favorita para contender por el PAN a la gubernatura de ese estado el próximo año.
Aunque confiesa que le faltan horas para dormir y ejercitarse, disfruta mucho la política y asegura que ya se visualiza tomando protesta como gobernadora del estado chihuahuense.
¿Quién es Maru Campos? Soy una mujer chihuahuense de 45 años, hija de una pareja de profesionistas, con tres hermanos. Soy abogada por el Tec de Monterrey y cuento con dos maestrías enfocadas a la política. Soy muy determinada, perseverante, luchona y me gusta alcanzar mis sueños. No vine al mundo a hacerme loca, vine a lograr mis propósitos para con la gente.
¿Quién te inspiró para adentrarte a la política? Mi mamá y don Luis H. Álvarez. Ella trabajaba con él, era la jefa de Gobernación del municipio (Chihuahua) en 1983 y desde pequeña me traía en los mítines. Me sembró esos valores de la cultura democrática y de la lucha por las causas.
¿Cómo fue tu juventud? Estuvo mezclada de muchas alegrías y contrastes; dejé de tener a mi papá justamente por una devaluación en los ochenta. Le fue muy mal, él era financiero, dejó a la familia, pero mis amigos fueron esa familia sustituta. Trabajé desde los 16 años en una tienda de videos y estudiaba. Mi mamá me decía: “No llores, no te canses, échale ganas, respira poquito y después le seguimos”.
¿Cómo le haces para caminar más ligera por la vida? De repente me cuesta. Hay días que amanezco triste, desilusionada o decepcionada. Necesito darme media hora para mí o hablar con esa amiga de actitud positiva o ir a misa para rezar el rosario, soy muy creyente. Dios me da mucha fuerza.
¿Cuáles son tus miedos? La falta de estado de derecho y las injusticias; me da miedo ver lo que pasa en el país, la desolación de las instituciones. Pero en general, no le tengo temor a la muerte o a que me pase algo. Han sido cosas que he vivido muy de cerca, perdí a un hermano y a mi papá.
Mayor virtud y defecto: La determinación como virtud, soy muy exigente y perfeccionista; la sensibilidad como un defecto, porque no puedes ir por la vida rompiéndote con cualquier cosa.
¿Qué no le gusta a Maru? La hipocresía y la mentira. ¿Por qué no podemos ser auténticos en la forma de hablar?
¿Tu mayor pasión? La política.
¿Qué sueño quieres cumplir? No pienso en sueños para mí, sino dejar en el estado un mensaje de dignidad a los chihuahuenses, son merecedores de toda la atención de los gobiernos. No tienen derecho a una despensa nada más, sino también a agua potable, seguridad pública o becas para sus hijos.
¿El futuro es femenino en la vida política? Si, en la política, en el mundo y en la toma de decisiones. Es imprescindible esa sensibilidad, tenacidad y determinación que tenemos las mujeres.
¿Te ves como gobernadora de Chihuahua en 2021? Sí, definitivamente. Es más, me veo tomando protesta.
¿Hay detractores tuyos dentro del propio PAN? Si, así es. Pero lidio con esa situación con inteligencia y paciencia.
¿Influye que seas mujer? Creo que hay cielo para todos y los talentos deberían de reconocerse. Lo que más me puede es que se siga viendo a la mujer como quien debe callar y portarse bien. De repente te cae el cubetazo de agua y te das cuenta de que la misoginia sí existe y es muy injusto. Como mujeres, no hay que rendirnos, hay que seguir trabajando y luchando.
¿Qué opinas de quienes te relacionan con César Duarte? Él era gobernador y yo diputada local, y fue una relación institucional que se tuvo que dar en su momento. Nos vimos tres o cuatro veces en tres años de administración. El problema es que hablen de supuesta complicidad, de cohecho, y es injusto porque no es cierto. Si fuera una pilla, no tendríamos al municipio en primer lugar de transparencia, con ahorros en licitaciones públicas y con el triple A de finanzas sanas en el país.
¿Cuáles son tus «hobbies»? Me gusta estar en casa, arreglarla, cambiar cosas de lugar, leer, ver series y fotos; me encanta estar con los amigos y con la familia, suelo disfrutar mucho a mi mamá.
¿Cuál es tu platillo favorito? Los tacos.
¿Y en la música? Soy bien ochentera y popera, me quedé atrapada en esa década y no lo he podido superar, a ver si alguien me saca de ella. Me encanta Emmanuel.
¿Y qué géneros son tus favoritos en el cine o la lectura? Drama, novela histórica y las biografías en la lectura. En Netflix estoy viendo una serie no muy comercial que se llama Borgen.
¿Cuál es tu libro favorito? Decisiones difíciles de Hillary Clinton.
Entrevista publicada por Milenio