Diputados del PAN y del PRD exigieron reforzar las medidas sanitarias en el Palacio de San Lázaro, tras el aumento de los contagios de covid-19 que colocó al Congreso mexicano como sublíder mundial en esa materia, solo detrás de la Duma rusa. Los legisladores propusieron implementar protocolos como la aplicación obligatoria de pruebas PCR y el uso forzoso de cubrebocas en el recinto.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri, admitió que las sesiones maratónicas y tomas de tribuna durante las últimas dos semanas, además de algunos legisladores se han resistido a tomar las pruebas covid-19 y usar mascarillas, han elevado el riesgo de transmisión del coronavirus en San Lázaro.
Sin embargo, la legisladora priista dijo que no es posible obligar a los diputados a someterse a los análisis de laboratorio ni a colocarse cubrebocas. “Ahí están todos los medios para hacerse la prueba en el caso de los diputados, pero hay algunos que deciden no hacérsela y no se les puede obligar, y si alguno decide ingresar sin tapabocas al salón de sesiones, no se le puede excluir, no hay ninguna posibilidad, porque sería violentar su fuero y violentar la Constitución”, mencionó en entrevista.
Comentó que el único recurso a su alcance es llamar una y otra vez a la responsabilidad personal y a la responsabilidad que todos tenemos con la colectividad: no hay de otra. En una comunicación dirigida a la Junta de Coordinación Política el pasado lunes y a la que este medio tuvo acceso, la diputada presidenta Dulce María Sauri advirtió: “Largas permanencias en el salón de plenos, el incumplimiento sistemático del número máximo de 129 legisladores y votaciones en cinco minutos sin desalojar el salón una vez que hubieran sido realizadas han incrementado notablemente el riesgo de contagio. Más cuando algunos legisladores sistemáticamente se han negado al uso del cubrebocas, poniendo en riesgo su salud y la de sus compañeros”.
En ese contexto, la coordinadora del grupo parlamentario del PRD, Verónica Juárez, urgió a la aplicación de medidas preventivas más estrictas, al considerar que el relajamiento de las disposiciones acordadas ha derivado en más contagios y muertes. “Es urgente que se tomen medidas más estrictas y se adopten por todas y todos los diputados y personal la aplicación obligatoria de pruebas, uso de cubrebocas, la sana distancia, el lavado de manos, pues el riesgo crecerá ante la anunciada confluencia a fin de año de la pandemia del coronavirus con la influenza”, dijo.
El legislador panista y médico de profesión, Éctor Jaime Ramírez, señaló a su vez que el desarrollo de las sesiones ha sido impropio y fuera de toda norma en plena pandemia, con más de 300 personas en el salón de plenos y hasta casi 24 horas de duración.
“Si a eso le agregas que personas irresponsables como Gerardo Fernández Noroña, Pablo Gómez y otras no traen cubrebocas en el pleno, pues la cantidad de aerosoles es mayor y la probabilidad de contagio se multiplica”, advirtió. Agregó que “no se ocupa mucho cerebro” para entender que en un pleno como el de la Cámara de Diputados, sin aire acondicionado directo ni ventilación natural suficiente, y con gente discutiendo y gritando, la cantidad de aerosoles contaminantes es muy alta.
Desde el comienzo de la pandemia y hasta el miércoles 28 de octubre, la Cámara de Diputados sumaba un total de 69 casos de legisladores positivos a covid-19, de los cuales 18 se mantenían con el contagio activo y uno de ellos, Miguel Acundo González, falleció en septiembre pasado. Adicionalmente se contabilizaban 211 trabajadores infectados por el virus SARS-CoV-2 en el Palacio de San Lázaro; trece de ellos murieron y 64 se encuentran en recuperación.