Del 100% de los gimnasios que llevaron a cabo la reapertura durante el paso a semáforo amarillo, tan sólo el 70 o inclusive el 60% podrán realizar una segunda reapertura en la ciudad de Chihuahua.
Según puntualizaron los propietarios de negocios de este giro, el golpe económico ha sido mayor para quienes se basan en una modalidad de cobro anual, ya que deben realizar reembolsos a sus clientes, los cuales puede que ya hayan sido utilizados en pagar algún adeudo.
“Dependerá de cada modelo económico que manejen los establecimientos, pero vemos que los que usan una base de cobro anual tienen menos posibilidades de recuperarse de este nuevo cierre”, explicó Jesús Betancourt, propietario de un gimnasio en la ciudad.
Así mismo, han puntualizado que en ningún momento se dio el caso de que tuvieran que clausurar los gimnasios de la ciudad por problemas de incumplimientos de los protocolos, como el uso de las distancias o de accesorios médicos, y mucho menos por cuestiones de aforo.
“Ahora sí que están castigando a los que se portan bien, por la culpa de los que no están respetando las normas de las autoridades sanitarias; te puedo asegurar que dentro de un gimnasio siempre estaba la gente con cubrebocas y manteniendo la sana distancia”, puntualizó Jesús.
Según explicaron los miembros del gremio de empresarios del deporte, un gimnasio tiene un mínimo de 350 metros cuadrados para operar, y en estos casos contaban con aforos que no superan las 15 personas.
“¿Te imaginas a 15 personas dentro de 350 metros cuadrados? Claro que no había necesidad de que estuvieran unos pegados con otros, perfectamente podía cada quien tener el espacio necesario para hacer sus actividades, y desinfectar el equipo al terminar”.
Por este motivo, muchos de los establecimientos volvieron a la modalidad de gimnasios al aire libre, para poder mantener sus negocios recibiendo clientes y poder así solventar los gastos de personal, así como de impuestos y demás necesidades.