En medio de la polémica desatada a partir de la publicación del avance cinematográfico de Nuevo orden, el director Michel Franco lamentó la reacción y calificó de “profundamente racista” el término whitexican, una contracción de las palabras inglesas “white” y “mexican”, blanco y mexicano en español, con la que algunos sectores han criticado su último trabajo.
“Por ahí decían whitexican, alguien que acusa de racismo y está creando esos términos está siendo profundamente racista”, destacó el cineasta en conferencia de prensa. Laureada recientemente en la Mostra de Venecia, la película se realizó a partir de los fondos de inversión pública como Imcine, Eficine y la Secretaría de Cultura de México, por lo que el cineasta dio su opinión sobre la reciente extinción de los fideicomisos, particularmente los que daban apoyo al cine nacional.
“Los fondos funcionan, o funcionaban. Yo espero que las décadas que nos tocó levantar la cinematografía y que hemos hecho comunidad no se tambaleen por esto que estamos viviendo. Yo tengo esperanza de que vayamos todavía por buen rumbo”, destacó.
Acompañado por el director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, y su elenco: Naian González, Mónica del Carmen, Fernando Cuautle, Dario Yazbek y, de forma remota, Diego Boneta, además de parte del equipo de producción, el cineasta compartió lo que implica el filme para él.
“Esta es, de todas mis películas, la que más trabajo me ha costado hacer, ha sido un reto. Siempre la imaginé como una distopía, como una fantasía que sucedía en el futuro cercano, sin centrarme en México especialmente”, comentó el realizador que trabajó en la preproducción por seis años.
Explicó que la decisión que tomaron él y todo su equipo por presentar Nuevo orden en este momento y, de forma tradicional, en las salas de cine, responde a los sucesos históricos, sociales y globales que estamos enfrentando en este momento. Para ellos, las protestas Black Lives Matter e Eat the rich en Beverly Hills y los movimientos desarrollados a partir y durante la pandemia preparaban el espacio de diálogo para lo que buscaban proponer con la cinta.
“La pandemia es una gran oportunidad de demostrar que sí nos importa el más débil y que sí queremos y podemos mejorar”, comentó el realizador. Franco agregó: “Me preocupa que estamos fallando en esta prueba, como sociedad. Cuando llegue la vacuna espero que sea para todos y no solo para los que la puedan pagar. El diálogo y la empatía son los que nos pueden salvar”.
Destacó que su intención siempre fue publicar la cinta, independientemente del régimen político que se encontrara vigente al momento de su estreno, y que aunque la fecha pronosticada de estreno era después de que el guion terminó de realizarse, hace tres años, los planes de filmar nunca se detuvieron: “Porque es una distopía, es una película que yo imagino con libertad, no es un tratado de la realidad en lo absoluto, pero sí atiende temas como la disparidad social, que me preocupan mucho y que son preocupaciones mundiales, no son únicamente de nuestro país”.
Mónica del Carmen comentó que está orgullosa de formar parte de la cinta “porque coincido con los temas que trata, que nos duelen, que nos molestan, que nos agravian. Creo que nunca había visto un elenco tan diverso en una película como esta. Nuevas generaciones de actores y actrices, diversidad absoluta, cinematografía pura”.
Fernando Cuautle habló de las problemáticas que afectan a ciertos sectores de la sociedad. “¿Por qué no le estamos dando voz a esas 53 millones de personas (grupos discriminados en México)? ¿Por qué, según el Inegi, para una persona de tez morena sigue costando más trabajo alcanzar altos puestos en cualquier empresa? Espero que a través de Nuevo orden el público vea que la discriminación, el racismo, el clasismo y el abuso de poder no son las formas correctas en ninguna sociedad para llegar a algo bueno”.
Y ADEMÁS LA HISTORIA QUE TRIUNFÓ EN VENECIA La brecha entre clases sociales es cada vez más marcada. Una boda de la alta sociedad es interrumpida por un grupo de alborotadores armados y violentos que forma parte de un levantamiento aún mayor de los desfavorecidos, y toman como rehenes a los participantes. El Ejército mexicano utiliza el desorden provocado por los disturbios para instaurar una dictadura militar en el país.