“Aquí nos dicen que se les hizo fácil, que sólo auxiliaron en el delito, pero igual alcanzan hasta 70 años de cárcel”.
Así se refirió el fiscal de la Zona Norte, Jorge Nava López, al afirmar que cientos de jóvenes son fácilmente reclutados por células criminales para cometer asesinatos, vender drogas o robar con violencia, sin que conozcan las consecuencias, donde dejarán la mitad de su vida en prisión, en el mejor de los casos, expuso.
Los eventos son muy reiterativos. Actualmente siete de cada 10 detenidos por delitos de alto impacto tienen edades de entre 18 a 22 años, aseguró el funcionario.
Generalmente son iniciados en el consumo de droga; luego les hacen pertenecer en el crimen organizado con un sueldo de 2 mil pesos por semana, a cambio de vender droga y cometer asesinatos como auxiliadores y autores materiales, indicó Nava.
Expuso como ejemplo el caso de Daniel Sariñana Muñoz, de 22 años, quien saldrá de la cárcel a los 40 años de edad, pues fue sentenciado por homicidio la semana pasada a 18 años de prisión por el asesinato de un hombre ocurrido el 17 de julio del 2019 en un negocio de auto lavado de la colonia Hacienda De las Torres.
“Por 2 mil pesos echan a perder su vida, pero la realidad es que nadie les habló de las consecuencias”, dijo Nava al informar que personalmente está desarrollando la campaña por redes sociales titulada “No más jóvenes en prisión”, que se dirige a los jóvenes para que conozcan los tipos de delitos en que pueden incurrir de dejarse llevar por el dinero fácil.
Una de las advertencias que más se destacan es la cárcel vitalicia para aquellos que cometen un homicidio a cambio de recibir dinero, según esta campaña.
Otro aspecto importante es la coautoría en los delitos de alto impacto, donde las personas son sentenciadas por homicidio aunque sólo hagan labores de halconeo o manejen un vehículo para que ese acto se consume, dijo. En el caso de un homicidio los auxiliadores pueden alcanzar hasta 70 años de cárcel, aseguró.
Otros delitos en que pudieran incurrir, aun no siendo parte de la delincuencia organizada, es la extorsión telefónica, simulando secuestros, amenazando a empleadores, ostentándose como delincuentes o pidiendo dinero a cambio de no divulgar fotografías comprometedoras.
“En la mayoría de estos casos los jóvenes apresados dicen que se les hizo fácil, pero porque no saben que las penalidades son altas”, apuntó Nava.
Otros más, indicó, incursionan en el carjacking, pero las penas por este delito son de 15 años de prisión y los jóvenes deben estar enterados de las consecuencias para que recapaciten y analicen si vale la pena la oferta que les están haciendo en su barrio las malas compañías, comentó el funcionario.
Con información de El Diario de Juárez