Mariana Lima Buendía fue asesinada en el 2010 en el Estado de México, pero aún no existe una sentencia condenatoria o un responsable por el feminicidio de la joven. Su madre, Irinea Buendía Cortés, se convirtió en activista y defensora de los derechos humanos por esta causa, y pese a la pandemia de coronavirus sigue en lucha buscando justicia para Mariana, afirmó en un diálogo virtual para la asociación de activistas feministas Mujeres Transgresoras, con la también activista Atziri Ávila, en el cual Irinea invitó a las madres de mujeres víctimas de feminicidio a acercarse a asociaciones de apoyo.
Desde que ocurrió el feminicidio de su hija, Irinea se convirtió en una férrea defensora de los derechos humanos.
En entrevista para el foro realizado por Mujeres Transgresoras, la activista comentó que debido a la pandemia ha cambiado mucho la forma de lucha y que han tenido más obstáculos, en parte por la falta de manifestaciones y la cancelación de audiencias legales del caso, a contar que la última por el caso de su hija ocurrió el 20 de febrero, pues les avisaron que después de esta fecha las demás audiencias se suspendían debido a la pandemia, y en ese momento descubrió el riesgo al que se estaban enfrentando como defensoras por la falta de aplicación de procesos, pero también como personas en riesgo de contraer la enfermedad ante el coronavirus.
El activismo continúa
Irinea narró a Atziri Ávila, también defensora de los derechos humanos, lo que pasó el día del feminicidio de su hija Mariana y lo que ha pasado a lo largo de diez años de lucha consecutiva buscando justicia para su hija y para muchas otras víctimas de feminicidio.
Pese a las dificultades, Irinea manifestó fe en la implementación de justicia que ponga un antecedente de no repetición de su caso y el de sus compañeras, que aun con la pandemia siguen conectando a los familiares de víctimas a redes de apoyo y justicia, obteniendo recientemente la sentencia favorable en el caso de Guillermina, una mujer chiapaneca víctima de feminicidio, cuyo agresor fue capturado y apresado recientemente, de acuerdo con Atziri Ávila.
Activista enferma de COVID-19
La pandemia obligó a Irinea y a su grupo de defensoras a replegarse en sus hogares. Pese al cuidado que tuvo durante los primeros meses, saliendo solo para lo indispensable, pues el plan era seguir en casa, la contactó la madre de una joven ingeniera asesinada en el Estado de México, cuyo caso no estaba recibiendo la atención adecuada por parte de las autoridades. Irinea sintió el llamado de apoyo de esta situación de urgencia en la lucha por los derechos humanos, y salió a apoyar, pero desafortunadamente en el proceso se contagió de COVID-19.
En pie de lucha
Ella llegó a tener síntomas de gravedad durante tres días, y —en sus palabras— sintió que moría. «Una de mis hijas me dijo: “Mamá, nosotras no nos podemos morir. Tú sabes que Dios nos ha ayudado, y no podemos morirnos por el caso de mi hermana. Tenemos que seguir luchando”».
Ella afirma que eso le dio ánimos, y por eso siguen luchando, pese a la pandemia, donde las autoridades las han obligado a retroceder en las acciones que ya llevan ganadas en la exigencia de justicia.
Acercarse a asociaciones de apoyo
Irinea cuenta que desde que inició la lucha, hasta la fecha, han sido integradas once familias a la lucha contra la violencia feminicida. Son familias que sufren el mismo dolor, un dolor que no termina, e inicia para muchas madres más, pues las cifras de feminicidio no se detienen, a pesar de la pandemia.
Es por eso que la madre de Mariana Lima opina que se debe alzar la voz y no se debe dejar de insistir, no guardar silencio ante la cerrazón de las autoridades, que siguen sin abordar los casos de homicidios y feminicidios sin la perspectiva de género, y que sigue sin seguir las recomendaciones de la Corte Interamericana.
Comentó que aunque las autoridades tienen la obligación de investigar, hay organizaciones que pueden ayudar, como ocurrió en su caso, pues la apoyó el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio: «Tenemos que acercarnos a organizaciones que realmente estén comprometidas con los derechos humanos de las mujeres, que estén comprometidas con la perspectiva de género y la debida diligencia», pues considera que ni las autoridades ni los feminicidas van a contar con la comodidad de su silencio.
El diálogo
Irinea Buendía ofreció una charla para el colectivo Mujeres Transgresoras, que puede ver en su página de Facebook.
Feminicidios
Hasta abril del presente año se contaba en México con una cifra de entre diez y once feminicidios cada 24 horas, y hasta el 21 de abril del 2020 sumaban 63 mil los registros de mujeres violentadas, de acuerdo con lo comentado en el foro virtual nacional «El combate al feminicidio, a ocho años de su incorporación en el sistema de justicia, experiencias y desafíos»