En Francia, un conductor de autobús, de 59 años, murió luego de que pasajeros lo golpearon por pedirles que usaran cubrebocas para respetar las medidas sanitarias contra el coronavirus, de acuerdo con su familia.
«Decidimos dejarlo irse. Los médicos eran partidarios y nosotros también», declaró Marie Monguillot, de 18 años, sobre su padre, Philippe. Un poco antes, su madre Véronique anunció en las redes sociales: «Mi esposo falleció a las 17:30 horas, RIP mi amor».
Según la fiscalía de Bayona, el conductor, padre de otras dos chicas de 21 y 24 años, fue víctima de una agresión «de una extrema violencia», molido a golpes y gravemente herido en la cabeza cuando intentaba controlar el billete de una persona y exigía el uso del cubrebocas a otros tres pasajeros.
La agresión ocurrió el pasado fin de semana en esta ciudad del sudoeste de Francia.
La agresión, y el posterior anuncio de la muerte, desató indignación entre sus colegas y entre los políticos.
El primer ministro, Jean Castex, recordó por la noche al conductor del autobús «agredido cobardemente» y aseguró en Twitter que «la justicia castigará a los autores de este crimen abyecto».
«Este acto abyecto y cobarde no debe quedar impune», tuiteó el ministro del Interior Gérald Darmanin, quien viajará el sábado a Bayona.
Dos hombres de 22 y 23 años, sospechosos de haberle propinado la paliza, fueron acusados y encarcelados por «intento de homicidio voluntario», una calificación legal que probablemente cambie debido al fallecimiento de la víctima. Dos presuntos cómplices también fueron detenidos esta semana, acusados, sobre todo, de «no prestar ayuda a una persona en peligro».
Con información de Milenio