Vladimir Putin, presidente de Rusia llamó a la ciudadanía a que garanticen la «estabilidad, la seguridad y la prosperidad» del país, cuando está a punto de terminar la votación del referendo de la reforma de la Constitución que reforzará su poder.
«No solo votamos las reformas en tanto que normas jurídicas, votamos por el país en el que queremos vivir (…) el que queremos transmitir a nuestros hijos y nietos», dijo en un breve mensaje televisado sin mencionar la medida que le permitirá potencialmente permanecer en el poder hasta 2036.
El «voto popular» sobre la reforma constitucional estaba previsto inicialmente el 22 de abril, pero fue aplazado por la epidemia del coronavirus. Para evitar la afluencia en los centros de voto sin incidir en la participación, la votación empezó el 25 de junio y concluirá el 1 de julio.
Según Putin, las reformas constitucionales van a dotar al país de «una educación y sistema sanitario modernos, una protección social eficaz de los ciudadanos y unas autoridades eficaces que tendrán que responder ante la sociedad». La medida más impactante autoriza a Putin a permanecer en el Kremlin dos mandatos más, hasta 2036, cuando cumpla 84 años.
Pero no habló de ella. Asimismo, la nueva Constitución reforzará las prerrogativas presidenciales, como el nombramiento y despido de jueces, indexará las jubilaciones, inscribe la «fe en Dios» y el matrimonio como institución heterosexual y a los niños como la «prioridad más importante de las políticas públicas».
En conjunto, se trata de un sistema de valores patrióticos conservadores del jefe del Estado ruso y de su discurso a favor de la natalidad ante el declive demográfico. La reforma ya ha sido adoptada por el Parlamento, pero Putin consideró que debía ser sancionada por el voto popular aunque este no será vinculante.
Con información de Milenio