En medio de la efervescencia electoral en Estados Unidos, la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Washington no sólo es “demasiado riesgosa”, sino, además, representa “un error colosal”, coincidieron especialistas.
Para Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego, es demasiado riesgoso políticamente para López Obrador, porque Trump tiene muy buenas posibilidades de perder la presidencia y los demócratas van a estar muy enojados con el presidente mexicano si “le engorda el caldo político” al republicano.
Consideró que a Trump no le importan la pandemia y la economía, sino sólo la reelección, por lo que López Obrador se expone a que el republicano haga “una grosería” a la investidura presidencial.
“Porque siempre que un reportero le pregunte (a Trump) quién va a pagar por la pared, pues va a decir México, y que la pared es necesaria para que no entren los criminales mexicanos”, aseveró.
De Castro consideró que Trump quiere verse presidencial y quiere decirle a los electores latinos que la lleva bien con México, aunque se ha comportado de forma “terrible” .
El exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, consideró que la reactivación de la posible visita de López Obrador a Washington “es un error colosal político-electoral, diplomático y estratégico a largo plazo”, porque se interpretará como “un espaldarazo” al mandatario más polarizante en la vida moderna de Estados Unidos.
“A Trump sólo le interesa usar al presidente mexicano como un accesorio de teatro a la luz de las elecciones. ¿Por qué creen que Merkel y otros líderes declinaron viajar –más allá de la pandemia– para una cumbre del G7 en junio o julio?”, escribió en su cuenta de Twitter.
El senador Clemente Castañeda, coordinador nacional de MC, expresó que a nadie debería de sorprender el acercamiento de López Obrador con Trump, porque comparten muchas cosas de las que podrían hablar: “los dos han manejando mal la pandemia, los dos van mal en las encuestas y los dos son grandes conservadores”.
Con información de El Financiero