Aunque estas tormentas de polvo son un fenómeno que se presenta cada año entre la primavera y el verano, este año se ha observado una mayor intensidad de la nube que ha cruzado todo el océano Atlántico desde la región del Sahel.
Puerto Rico amaneció este lunes envuelto en una nube polvo de tal intensidad que no se había registrado algo similar en 50 años y que llevó a las autoridades a catalogar el aire de “muy insano” ya que las concentraciones de arena eran muy “altas”.
La nube de polvo tiene un impacto considerable sobre la calidad del aire y en la visibilidad, pero el riesgo a la salud de las personas en realidad es mínima. No obstante, Protección Civil hace una lista de recomendaciones a la ciudadanía para no exponerse demasiado a estas tormentas de polvo durante los días de máxima concentración:
Estar atentos a los avisos del Servicio Meteorológico Nacional y de Protección Civil.
Ante la pandemia de COVID-19, mantenerse en casa, principalmente las personas que pertenezcan a grupos vulnerables (adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con asma y enfermedades respiratorias).
Cerrar todas las entradas de aire al interior del inmueble durante las tormentas.
Si es necesario estar a la intemperie, utilizar lentes, cubrebocas, careta o un pañuelo de tela húmedo para cubrir nariz y boca.
Si se tiene sensación de cuerpos extraños en los ojos, lávese con abundante agua.