El presidente Donald Trump intensificó su guerra contra las compañías de redes sociales al firmar un decreto el jueves que impugna las protecciones de responsabilidad que han servido como base para los discursos sin limitaciones a través de internet.
Aun así, sus acciones lucen más como una acto político, ya que el presidente pretende arengar a sus simpatizantes después de arremeter contra Twitter por colocar avisos de verificación de datos en dos de sus tuits.
Trump dijo que las alertas fueron «decisiones editoriales» por parte de Twitter y significaban activismo político. Añadió que eso debería costarles a estas compañías sus protecciones en contra de demandas relacionadas a lo que se publica en sus plataformas.
Trump, quien depende personalmente en buena parte de Twitter para atacar a sus rivales, desde hace tiempo ha acusado a las principales compañías tecnológicas de Silicon Valley de estar en contra de los conservadores en las redes sociales al colocar avisos de verificación de datos o remover por completo sus publicaciones.
«Estamos hartos», dijo Trump, asegurando que el decreto defendería la libertad de expresión.
La medida instruye a dependencias del ejecutivo a solicitar a agencias normativas independientes, como la Comisión Federal de Comunicaciones y la Comisión Federal de Comercio, que estudien si pueden imponer nuevas regulaciones a estas compañías, aunque los expertos han expresado dudas sobre qué tanto se puede lograr sin la intervención del Congreso.
Compañías como Twitter y Facebook obtienen excenciones de responsabilidad de acuerdo con la sección 230 de la Ley de Decencia de Comunicaciones, debido a que reciben el trato de «plataformas» y no de «editoriales». Estas últimas sí pueden enfrentar demandas por los contenidos que publican.
El gobierno sopesó previamente un decreto similar, pero lo congeló ante las preocupaciones de que no pasaría una revisión legal para su aprobación y de que violaría los principios conservadores sobre desregulación y libertad de expresión.