A partir de este domingo 17 de mayo las personas que no lleven cubrebocas o mascarilla al salir de casa en Catar pueden hacer frente a una pena de hasta tres años de cárcel y una multa de hasta 55,000 dólares, después de que el país del Golfo Pérsico haya endurecido las medidas para frenar la propagación del coronavirus.
La decisión, adoptada el pasado jueves por el Ministerio de Interior, establece que a partir de este domingo es “obligatorio el uso de cubrebocas o mascarilla al salir de casa por cualquier motivo, a excepción de las personas que viajen en un vehículo no acompañadas”.
Las autoridades aseguraron que van a tomar “todas las medidas necesarias” contra los infractores de esta norma, que pueden ser castigados con un máximo de tres años de cárcel y/o una multa de 200,000 riales cataríes (unos 55.000 dólares).
En los pasados días el emirato ha registrado un aumento notable de los casos, con 30,972 infectados, 3,788 de los cuales se han recuperado, aunque a fecha 16 de mayo sólo habían fallecido 15 personas por la Covid-19.
Catar, con una población de menos de tres millones de personas, tiene el ratio de infección más alto de los países árabes del golfo Pérsico y Oriente Medio, con alrededor del 1 % de la población contagiada, según una comparativa realizada por Efe.
Desde principios de marzo las escuelas, universidades, centros de ocio y mezquitas, así como el transporte y otros lugares públicos, han permanecido cerrados para evitar los contagios, pero algunos sectores claves como la construcción no se han detenido.
El Ministerio de Interior advirtió la semana pasada de que durante el mes sagrado musulmán de ramadán es difícil promover el distanciamiento social debido a las tradicionales reuniones familiares, pero las autoridades instaron a los ciudadanos a denunciar cualquier violación de las medidas preventivas.