La economía de Estados Unidos se contrajo a una tasa anual de 4,8% el trimestre pasado, a medida que la pandemia del coronavirus causó el cierre de parte de la actividad del país y comenzó a desencadenar una recesión que pondrá fin al periodo de expansión más largo que se tiene registrado.
El Departamento de Comercio informó el miércoles que el Producto Interno Bruto, la producción total de bienes y servicios, registró una caída trimestral por primera vez en seis años. Y fue el descenso más fuerte desde que la economía estadounidense se contrajo a una tasa anual de 8,4% en el cuarto trimestre de 2008 durante la crisis económica mundial.
Los analistas calculan que la contracción en el trimestre enero-marzo es apenas un adelanto de una caída mayor que se prevé para el periodo abril-junio debido al cierre de comercios y los despidos. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el PIB caerá este trimestre a una tasa anual de 40%. Esa sería, por un margen alucinante, la peor caída trimestral desde 1947, cuando se empezaron a llevar estos registros.
“La expansión económica más larga de Estados Unidos ha terminado”, expresó Gregory Daco, economista jefe de Oxford Economics.
Daco pronosticó que la recesión provocará una caída en la producción que será tres veces mayor que el declive económico durante la Gran Recesión.
La economía estadounidense comenzó el año en la cima de una expansión récord con todas las expectativas de que su 11mo año de crecimiento no sería el último. Entonces, se detuvo bruscamente. Y ahora está en caída libre.
En pocas semanas, fábricas, tiendas y empresas de todo el país cerraron y despidieron a millones de trabajadores. La venta de viviendas está cayendo. Los hogares están recortando gastos. La confianza del consumidor se está hundiendo.
Mientras la economía se desliza hacia lo que parece una recesión severa, algunos economistas esperan que la recuperación llegue de manera rápida y sólida una vez que se resuelva la crisis de salud, en lo que sería una recuperación en forma de “V”. Sin embargo, un número creciente de analistas creen que la economía tendrá dificultades para recuperar su impulso aunque la pandemia viral haya disminuido.
Los economistas creen que muchos estadounidenses podrían tener todavía temor de viajar o visitar tiendas, restaurantes y cines como solían hacerlo. Además, las autoridades locales y estatales pueden seguir limitando, por razones de salud, cuántas personas pueden congregarse en dichos lugares, lo que dificultaría la supervivencia de muchos negocios. Por eso algunos economistas dicen que el daño de la recesión podría persistir mucho más tiempo de lo que algunos suponen.
“La recesión será peor que la que atravesamos entre 2007 y 2009”, dijo Sung Won Sohn, profesor de economía y negocios de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles, refiriéndose a la crisis económica mundial de hace una década, la más grave desde la Gran Depresión de los años de 1930.
También existe el temor de que el coronavirus pueda resurgir nuevamente después de que la economía se vuelva a abrir, lo que obligaría a las empresas a cerrar nuevamente.
“El virus ha hecho mucho daño a la economía, y ahora hay demasiada incertidumbre”, dijo Mark Zandi, economista en jefe de Moody’s Analytics.