Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, siguió el ‘ejemplo’ de su homólogo Donald Trump e instó a los brasileños a reanudar su vida normalmente para proteger a la economía, incluso cuando aumentan los casos del nuevo coronavirus en su país.
Desafiando el consejo médico de aplicar el distanciamiento social, el presidente arremetió contra los gobernadores estatales que ordenaron cerrar tiendas y escuelas para frenar la pandemia que amenaza con abrumar al sistema de salud en la nación más grande de América Latina.
«Nuestra vida debe continuar, se deben mantener los empleos, se debe preservar el sustento de las familias. Debemos volver a la normalidad», dijo en un discurso televisado a nivel nacional.
La postura de Bolsonaro es una apuesta de alto riesgo, ya que el sistema de salud pública en Brasil no cuenta con fondos suficientes y está mal equipado para manejar el potencial número de personas enfermas si el COVID-19 se propaga rápidamente, como sugieren algunos expertos en salud.
Pero su llamado no carece de precedentes: Trump está presionando para reabrir la economía de Estados Unidos en Semana Santa, incluso a medida que aumenta el número de infectados por el virus SARS-CoV-2 aumenta.
Mientras Bolsonaro daba su discurso, los brasileños golpearon ollas y sartenes desde sus ventanas en varios vecindarios de las principales ciudades del país, una forma tradicional de protesta en la región que ha estado ocurriendo durante días mientras las críticas al presidente aumentan.