Son tres las fases de contingencia por coronavirus establecidas por la Secretaría de Salud y Dirección General de Epidemiología. El escenario tres es uno de carácter epidémico, donde los brotes son regionales y la dispersión es nacional.
Los casos estimados serían miles en todo el país, dentro de los cuales el 80% se catalogaría como leve, el 14% como grave, y el 6% como muy grave. La tercera fase de contingencia sanitaria es catalogada como la más grave y podría ser decretada de dos a tres semanas después de decretar la fase dos.
En este caso, el gobierno anunciaría un estado de emergencia, cuyas intervenciones de prevención continuarían la prohibición de saludo entre personas y el cierre de espacios públicos, así como se implementaría la suspensión de escuelas, universidades y los lugares de trabajo.
De acuerdo a El Universal, durante esta fase el COVID-19 infectaría a 0.5% o 1% de la población total del país, lo que representa aproximadamente 1.2 millones de personas. Dentro de esta última fase, que países como España e Italia ya han decretado, se aplicaría una cuarentena generalizada y obligatoria. Además, algunos países han aplicado multas o prisión a los habitantes que no respeten el confinamiento y se encuentren realizando actividades no consideradas de primera necesidad.
Este martes la Secretaría de Salud de México confirmó que el país se encuentra en la segunda fase, caracterizada por la dispersión comunitaria: los casos en el país son cientos, los brotes son comunitarios, y la transmisión es de tercera generación y superior. Esto significa que el COVID-19 se propaga entre la población sin la necesidad de haber realizado un viaje al extranjero.
También se afirmó que la zona metropolitana de la Ciudad de México se convertirá en la zona de mayor transmisión debido a la alta densidad poblacional.
Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, detalló durante la conferencia de prensa matutina de este martes que seguirá habiendo transmisión: “La expectativa no es terminar con la epidemia de un momento a otro. También quiero ser claro que el éxito en la reducción de la transmisión en vez de llevarnos a una epidemia corta nos llevará a una epidemia más larga, pero esto es importante, porque lo que nos lleva es a administrar el riesgo, quiere decir lograr que cada día haya menos casos que los que se pueden atender en el sistema de salud de México”.