Los gobiernos de Italia y España endurecieron las medidas para evitar el contacto humano ante el avance del coronavirus entre sus habitantes, en una jornada donde los muertos por esta epidemia en Europa alcanzaron los 500 decesos.
Las autoridades españolas adoptaron medidas más drásticas contra el avance del COVID-19 en el país, que se ha cobrado la vida de 28 personas y ha contagiado a más de 1,200, incluyendo el cierre de todos los centros educativos en la Comunidad de Madrid y de la ciudad vasca de Vitoria. El gobierno central también prepara un plan para mitigar el impacto económico.
La suspensión de clases en Madrid afectará a guarderías, colegios y universidades de toda la región a partir del miércoles y por un periodo de dos semanas, dijeron por separado la presidenta del gobierno regional, Isabel Díaz Ayuso, y el ministro de Sanidad del gobierno central, Salvador Illa.
Los centros reabrirán sus puertas el 26 de marzo si las autoridades sanitarias lo consideran oportuno. La medida afectará, según el diario El País, a cerca de 1 millón y medio de alumnos.
Con unos 469 casos confirmados y 16 muertos, Madrid es el área más afectada de España por el COVID-19.
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«No ha sido fácil tomar esta decisión», dijo Ayuso en una rueda de prensa, en la que también recomendó que las personas mayores o con enfermedades crónicas no salgan de sus lugares de residencia.
Tanto Ayuso como Illa conminaron a las empresas a que faciliten el teletrabajo y den flexibilidad horaria a sus empleados.
Anteriormente, el presidente español, Pedro Sánchez, dijo que el gobierno está preparando un plan de choque contra el coronavirus que se aplicará tan pronto como sea posible. Sin entrar en detalles, Sánchez dijo que el Ejecutivo ha estado trabajando en el plan durante dos semanas y que ahora está listo para desplegarlo en colaboración con los sindicatos y la patronal.