El sacerdote católico Richard Bucci, del estado estadounidense de Rhode Island, aseguró que, a diferencia del aborto, “la pedofilia no mata a nadie”. Con este argumento justificó la decisión que tomó a finales de enero de prohibir que 44 políticos proabortistas pudieran recibir la comunión en su parroquia.
“La pedofilia no mata a nadie, pero [el aborto] sí lo hace”, dijo Bucci, de la Iglesia del Sagrado Corazón en West Warwick, a la cadena WJAR, alegando que el número de niños muertos como consecuencia del aborto es superior al de niños que han sido sometidos a abusos sexuales.
El cura, de 72 años, repartió entre los feligreses una carta en la que se enumeraba a los legisladores con nombre y apellidos. “De acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia católica durante 2.000 años, los siguientes miembros de la legislatura no pueden recibir la sagrada comunión”, escribió.