Hace un año, el gobierno de Estados Unidos inició con el programa denominado Protocolos de Protección a Migrantes (MPP) o “Quédate en México”, un programa que obliga a los migrantes a esperar en México sus trámites de asilo. La estrategia de control fue aprobada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con la esperanza de mantenerlo como un programa piloto de alcance limitado. Sin embargo, tan sólo en 2019, el programa tuvo a 62,144 migrantes centroamericanos y de otros países latinoamericanos inscritos en el programa.
De ese total, 20,741 eran menores de edad, según un documento de la Secretaría de Gobernación (Segob) en poder de Proceso. Más de 46,000 eran ciudadanos centroamericanos; de los cuales 22,930 eran hondureños y 15,638 guatemaltecos. También hubo 7,787 personas cubanas, 3,647 ecuatorianas, 2,077 venezolanas y 1,526 nicaragüenses.
De acuerdo con el documento citado por Proceso, Estados Unidos envió a 2,994 menores de edad a Tijuana, la ciudad con mayor número de homicidios en México. Más de 14,000 infantes más fueron llevados a otras ciudades fronterizas, también conocidas por sus altos niveles de violencia y peligrosidad.
Ante esta realidad que, de acuerdo con diversas organizaciones no gubernamentales, vulnera los derechos humanos de los migrantes, decenas de activistas protestaron este miércoles frente a Palacio Nacional.
Con informacion de Infobae