El presidente Donald Trump firmó una proclama que suspende la entrada a Estados Unidos de migrantes que no pueden pagar sus costos de atención médica y que no estarán cubiertos por el seguro de salud dentro de los 30 días posteriores a su llegada al país.
El personal consular sólo podrá otorgar visados a los migrantes que puedan probar que «no impondrán una carga sustancial» al sistema de salud de Estados Unidos, de acuerdo con este texto. «Los migrantes legales tienen tres veces más posibilidades de carecer de seguro médico que los ciudadanos estadunidenses», afirmó Trump en ese anuncio presidencial.
«Los migrantes que entren en el país no deben suponer costos más altos en nuestro sistema de salud, y por consiguiente en los contribuyentes estadounidenses», agrega.