Científicos estadounidenses sugieren que tomar café o té antes de acostarse no afecta la calidad del sueño, a diferencia del consumo de alcohol y nicotina. Los resultados del estudio de la Florida Atlantic University y el Harvard Medical School fueron publicados este martes en la revista Sleep.
En la investigación participaron 785 personas a lo largo de 5.164 días y noches, periodo en el que se registró la cantidad de cafeína, alcohol y nicotina que consumió cada uno, durante un promedio de 6 noches dentro de las 4 horas antes de acostarse.
Los registros se obtuvieron a través de un sensor en la muñeca que midió tres parámetros: la duración del sueño, la eficiencia del mismo y la rapidez con que se despertaron después de quedarse dormidos.
Tanto la nicotina como el alcohol actuaron como agentes negativos en el descanso de los individuos. En los dos casos se encontraron problemas de menor eficiencia del sueño cada noche, pero solo la nicotina estuvo relacionada con el despertar ocasional o periodos de vigilia después de dormir.
Mientras tanto, la cafeína no se asoció con ninguno de los parámetros evaluados. Sin embargo, los investigadores advierten que la dosificación de la cafeína, y las variaciones individuales en la sensibilidad y tolerancia de la misma, no pudieron medirse y pueden desempeñar un papel importante en la asociación entre su consumo y el sueño.