El domingo 7 de julio murió el cura y exorcista José Luis del Río y Santiago, en el Hospital La Concepción, de Saltillo, donde se sometería a una cirugía por pancreatitis aguda. Sin embargo, diversas complicaciones cardiacas impidieron que la operación se concretara satisfactoriamente.
Tras el deceso, el cuerpo del padre fue llevado a la parroquia del Ojo de Agua, donde fue párroco durante 32 años (hasta que fue removido en 2008), para que fuera velado por los fieles. Su entierro está programado para este martes 9 de julio.
Del Río y Santiago, quien tenía 49 años como sacerdote y vivía en el retiro, cobró notoriedad por ser el único miembro de la Diócesis de Saltillo autorizado por la Santa Sede para realizar exorcismos, tarea que desarrolló por más de 20 años en distintos municipios del estado.