Al escándalo de corrupción que rodea al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, se suma uno más que involucra a funcionarios de la petrolera de la administración pasada.
Responsables de dirigir Pemex Refinación —ahora Transformación Industrial—, participaron en un probable fraude contra la petrolera al autorizar la disolución de la mayor compañía distribuidora de lubricantes que nació de la sociedad que existía entre Pemex e Impulsora Jalisciense, con notables irregularidades como la falsificación de firmas.
En el convenio que sirvió para finiquitar la sociedad, signado en septiembre de 2012, fue detectada la falsificación “por el método de simulación” del entonces dueño de Impulsora Jalisciense, Salvador José Martínez Garza, lo que no sólo constituye un acto de corrupción que invalida el proceso que está en baúl de los casos cerrados, sino que abre la puerta a que Pemex recupere y tome el control de la empresa que ahora es propiedad de la familia Martínez Garza, Akron.
De acuerdo con información de una investigación que será presentada a las autoridades correspondientes en los próximos días y a la cual se tuvo acceso, la sola inconsistencia de la firma de uno de los principales actores en la disolución de sociedad fundada en 1993, abre varios frentes que pueden favorecer las finanzas de Pemex:
De entrada, recuperar la empresa con la marca Akron —cuyo propietario actual es Impulsora Jalisciense—, que recibe de Pemex mensualmente 4 millones 500 mil litros de productos petrolíferos, fundamentalmente aceites y lubricantes.
En consecuencia, el regreso de Pemex a un mercado de aceites y lubricantes que en México tiene un costo de mil 200 millones de dólares anuales.
La liquidación de la sociedad también supuso la extinción de la exclusividad de la venta de aceites lubricantes y grasas lubricantes de la marca Pemex en las estaciones de servicio de la franquicia de la petrolera, lo que también puede quedar invalidado.
Además, al recuperar la marca Akron, Pemex está en posibilidades de cobrar patrocinio del estadio de futbol del equipo Chivas de Guadalajara —anteriormente estadio Omnilife y ahora conocido como Estadio Akron— y de la marca en las playeras del mismo equipo, así como la correspondiente a la comercialización de los artículos deportivos que tienen estampada la marca Akron. También la marca Akron es patrocinadora del boxeador Saúl “El Canelo” Álvarez.
Pemex también está en posibilidad de exigir la recuperación de aproximadamente 282 millones de pesos que le correspondían proporcionalmente por su participación accionaria, recursos que nunca llegaron a las arcas de Pemex Refinación, entonces dirigida por Miguel Tamez Domínguez.