Jeff Allen, un ciudadano estadounidense de 56 años, inició la construcción de su propio muro para impedir el cruce ilegal de migrantes en la franja fronteriza de Estados Unidos y México, donde convergen Texas y Nuevo México con el norteño estado mexicano de Chihuahua.
Allen, en declaraciones a medios, explicó que hace seis años adquirió una propiedad en el lado estadounidense que colindaba con la frontera de estos dos países y que el terreno carecía de alguna construcción que delimitara el espacio.
Esto la hacía una zona de fácil acceso para los migrantes, que al no contar con sus documentos, no podían ingresar por los puertos oficiales a Estados Unidos.
Sin embargo, Allen decidió tomar acciones por su cuenta y con apoyo de donaciones monetarias realizadas por otros estadounidenses comenzó la construcción de un muro de barrotes de acero que miden 5,9 metros de alto.
La obra, parecida a la que está actualmente construyendo el Gobierno de Donald Trump, tiene una longitud de poco más de 800 metros y podría ser terminada en las próximas semanas.