Una corte de California dejó al gobierno mexicano la responsabilidad de dar seguridad a los inmigrantes que Estados Unidos le envía unilateralmente a esperar respuesta a sus peticiones de asilo.
El panel de tres magistrados de la Novena Corte de Apelaciones en San Francisco determinó que la administración Trump puede continuar el envío de centroamericanos a México.
Desde que este programa se implementó a finales de diciembre, alrededor de tres mil 200 solicitantes de asilo han sido enviados a esperar en Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez sus citas de audiencias ante cortes y resultados de aplicaciones de asilo.
El fallo de la corte, que puede ser apelado, fue en respuesta a una demanda interpuesta en febrero por diversas organizaciones civiles estadunidenses, en representación de 11 migrantes que acusaron abusos en México.
Esta determinación surge tras una demanda que fue presentada a mediados de febrero a nombre de 11 migrantes centroamericanos que testificaron que fueron acosados y agredidos en territorio mexicano luego de solicitar asilo.
Desde que el programa inició, a finales de diciembre, unos tres mil 200 solicitantes de asilo centroamericanos han sido enviados a Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez.
La corte, sin embargo, determinó por escrito que “la probabilidad de daño se reduce por el compromiso del gobierno mexicano de cumplir con sus obligaciones de ley internacional y de otorgar estatus humanitario y permisos de trabajo a las personas que regresan”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró el fallo de una Corte de Apelaciones sobre regresar a México a los migrantes solicitantes de asilo en la frontera, e insistió en la construcción del muro.
El panel reiteró que ese proyecto piloto, denominado por la administración Trump como Protocolos de Protección a Migrantes, no contradice otras disposiciones de la política migratoria.
Las organizaciones que presentaron la demanda a nombre de los 11 migrantes pueden apelar y la corte en pleno, con 11 magistrados, revisaría el caso. El proceso habitualmente dura unos tres meses, por lo menos, y mientras tanto, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) puede continuar con el programa, conocido también como “Permanecer en México”.
El magistrado Paul Watford opinó que los migrantes sí pueden correr riesgos si son enviados a México luego de que han solicitado asilo en EU.