La carrera demócrata por derrotar a Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020 acaba de sumar a Beto O’Rourke, el político de 46 años que causó sensación las elecciones legislativas del pasado noviembre y rozó lo impensable, arrebatarle un puesto en el Senado a los republicanos en la conservadora Texas. O’Rourke, finalmente, perdió por un estrecho margen, pero su campaña fresca, diestra en redes sociales, y su discurso progresista lo convirtieron en una estrella de rock. Tanto que, pese a la derrota, ahora se lanza a la carrera por la Casa Blanca.
Con O’Rourke, ya son 16 los demócratas que han formalizado su precandidatura a la presidencia de Estados Unidos. El izquierdista Bernie Sanders -ya precandidato en las de 2016- figura como aspirante más apoyado en las encuestas y hay un protagonismo femenino sin precedentes, con las senadoras Elizabeth Warren, Kamala Harris y Kirsten Gillibrand entre los nombres más destacados. El ex vicepresidente Joe Biden, que se da por descontado, se hace «del rogar» a la hora de oficializar sus intenciones, en lo que no queda claro si es una duda sincera o la espera a una fecha adecuada para hacer el anuncio.