El dictamen para la creación de la Guardia Nacional, avalado ayer en comisiones unidas, dividió a las fuerzas priistas; mientras los senadores del tricolor se manifestaron en contra, gobernadores de ese partido se reunieron con el gabinete de seguridad para cerrar filas en torno al proyecto.
Desde temprana hora, los senadores del PRI, en bloque con los del PAN, MC, PRD y el senador Emilio Álvarez, exigieron modificaciones al dictamen porque no aceptan el mando civil-militar.
Claudia Ruiz Massieu, senadora y presidenta nacional de PRI, aseguró que como legisladores respetan la posición de los gobernadores de su partido, pero actuarán con autonomía, en apego a la convicción de un cuerpo de seguridad civil, con presencia militar en plazos perentorios.
Y es que, en la reunión con el gabinete de seguridad, 11 de los 12 mandatarios del PRI pactaron con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, insistir entre sus senadores para que aprueben la Guardia Nacional en los términos que quiere el gobierno federal.
Tras la reunión, Sánchez Cordero difundió en su cuenta de Twitter que la reunión tuvo como objetivo “llegar a un acuerdo sobre la Guardia Nacional, y coincidir con la mejor estrategia de seguridad”.
Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, dijo que la Guardia Nacional le da fortaleza a los estados.
Avanza Guardia en el Senado
Bancada del PRI va cohesionada en contra, afirma su coordinador; sin oposición, Morena y PT avalan dictamen.
Con un voto del Partido del Trabajo, su aliado legislativo, Morena impuso su mayoría absoluta y aprobó en comisiones unidas el dictamen de la Guardia Nacional, con la figura de una Junta de Jefes de Estado Mayor, como máximo mando civil-militar y sin fijar plazos perentorios para que las Fuerzas Armadas continúen en auxilio de las tareas de seguridad pública.
Aunque desde la tarde de ayer se instaló una mesa de negociación en la que el gobierno federal, Morena y el bloque opositor en el Senado tratan de llegar a acuerdos para construir un dictamen que sume los votos necesarios para una reforma constitucional, Morena rechazó la propuesta del PAN. PRI, MC y PRD para postergar la votación en comisiones en tanto no haya consenso e impuso su mayoría, primero para evitar declararse en sesión permanente y, después, para aprobar en lo general y en lo particular el dictamen que hoy quedará en primera lectura ante el pleno.
Para la aprobación de una reforma constitucional es necesario el voto de las dos terceras partes de los presentes en la sesión del pleno, pero en comisiones se puede aprobar con la mayoría simple, es decir, la mitad más uno, lo cual obtuvo Morena con su aliado del PT.
Los morenistas de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos Segunda que votaron en favor del dictamen, que registra 10 cambios a la minuta enviada por la Cámara de Diputados, fueron Eduardo Ramírez Aguilar, Antonio Álvarez Lima, Cristóbal Arias, María Soledad Luévano, José Alejandro Peña Villa, José Narro Céspedes, Ana Lilia Rivera, Salomón Jara, Félix Salgado y Jesusa Rodríguez, así como la petista Nancy de la Sierra, quien es integrante de ambas comisiones.
En las dos comisiones sólo existen representantes de Morena, PAN, PRI, MC, PRD y PT; es decir, ni PVEM ni PES tienen integrantes.
Desde temprano, los senadores del PAN, PRI, MC, PRD y el senador sin grupo Emilio Álvarez Icaza, refrendaron su alianza legislativa en el Senado como bloque opositor para exigir a Morena modificaciones de fondo al dictamen de la Guardia Nacional, porque no aceptan el mando civil-militar, pero, además, dijeron no a la petición de los gobernadores de aprobar sin cambios el documento.
La priista Claudia Ruiz Ma-ssieu, senadora y presidenta nacional del PRI, aseguró que los senadores de su partido respetan y entienden la posición de los gobernadores, pero en el Senado actuarán con autonomía, en apego a la convicción de un cuerpo de seguridad civil, con presencia militar en plazos perentorios.
Y es que aunque los gobernadores priistas pactaron ayer con la Secretaría de Gobernación insistir entre sus senadores que se aprueba la Guardia nacional en los términos que quiere el gobierno federal, en los hechos, la influencia de los 11 gobernadores se reduce a seis senadores: Verónica Martínez, de Coahuila; Manuel Añorve, de Guerrero; Nuvia Mayorga, de Hidalgo; Mario Zamora, de Sinaloa; Sylvana Beltrones, de Sonora, y Claudia Anaya, de Zacatecas.
De esos seis senadores priistas, cinco ya hicieron público su rechazo a la Guardia Nacional militarizada; sólo Verónica Martínez no ha hecho pública su posición, aunque el coordinador del grupo parlamentario, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que todo su grupo va cohesionado en contra.
Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de los senadores de Morena, dijo que se instaló una mesa de diálogo con el bloque opositor y el gobierno federal, para construir consensos, porque dijo que estaban dispuestos a hacer cambios; sin embargo tres horas después Morena mostró en comisiones cerrazón ante las propuestas de la oposición.
Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, dijo que el dictamen que se aprobó no será el definitivo, porque está la mesa de negociación. Claudia Ruiz Massieu, del PRI; Julen Rementería, del PAN; Dante Delgado, de MC; Miguel Ángel Mancera, del PRD, y Emilio Álvarez Icaza pidieron declararse en sesión permanente y declarar un receso, porque no tiene caso aprobar un dictamen que no será el definitivo.
Todos hablaron de que hay buen ambiente en la mesa de diálogo, pero los senadores de Morena no cedieron. Sometieron a votación la decisión y ganó rechazar la propuesta de la oposición. Entonces los senadores de oposición se retiraron y, solos, Morena y PT aprobaron el dictamen.
Las negociaciones en la mesa que se instaló en la oficina de Ricardo Monreal continuaron. El diálogo no se rompió y el objetivo, a decir de los mismos senadores, es que el jueves se apruebe el dictamen con los cambios construidos por todos.
Con información de Excelsior