A los 13 años Dafne Almazán se convirtió en la psicóloga más joven del mundo. Hoy a sus 17 años es la mexicana de menos edad en ingresar a un posgrado en la Universidad de Harvard y la primera menor de 18 años en matricularse en una maestría en dicha institución estadounidense en 100 años.
La joven mexicana, que estudiará una maestría en enseñanza de las matemáticas, comparte su logro mientras muestra una pícara sonrisa que luce perfectamente enmarcada con su rostro todavía infantil.
Dafne es una superdotada. Una niña que a los 6 años ya sabía leer y escribir, a los 10 ya había terminado la preparatoria y a los 13 la licenciatura en Psicología.
Ella es una de los casi un millón de niños que tienen esta clase de talento en México.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona superdotada como aquella con un Coeficiente Intelectual (CI) mayor a 130 puntos en alguna prueba psicométrica científica y estadísticamente validada.
«Son niños como cualquier otro, solo que con un CI mucho mayor que el resto de la población», asegura el doctor Asdrúbal Almazán, director del Centro de Atención a Talentos (Cedat) y padre de Dafne.