Lucero Guadalupe Sánchez López, la “Narcodiputada” o “Chapodiputada”, narró entre lágrimas su relación sentimental y de trasiego de drogas con Joaquín El Chapo Guzmán, poco después de que en la Corte Federal de Nueva York, donde se enjuicia al capo sinaloense, un agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) diera detalles de la captura del acusado en febrero de 2014.
Ante el jurado y el juez Bryan Cogan, Sánchez López, una de las testigos del Departamento de Justicia de Estados Unidos para incriminar a El Chapo, relató la manera en que, manipulada por Guzmán Loera, se involucró sentimentalmente con él, pero también en el negocio de la compra y envío de mariguana.
Al entrar a la sala de la Corte Federal del Distrito Oeste, en Brooklyn, la mujer volteó a la mesa donde se encontraba sentado el capo, en medio de sus abogados, pero éste la esquivó.
Vestida con el uniforme de los reos federales en Estados Unidos, la testigo respondió al interrogatorio del fiscal Anthony Nardozi. Empezó diciendo que tiene 29 años de edad, es originaria de Cosalá, Sinaloa, y que en 2011 conoció “a Joaquín Guzmán Loera, el cabecilla principal del cártel de Sinaloa”.