Mientras los equipos de rescate aún trabajan para socorrer a las víctimas que sufrieron un tsunami el pasado 22 de diciembre en Indonesia varios expertos aseguran que un fenómeno similar podría volver a azotar ese país asiático.
La erupción del volcán Anak Krakatoa (‘Hijo del Krakatoa’, en indonesio) desencadenó una ola gigante en el estrecho de la Sonda —que separa las islas de Java y Sumatra— y ha provocado al menos 373 muertos, 1.400 heridos y 128 desaparecidos, según las últimas cifras de la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes.
Riesgo vigente
Ese cráter está activo desde junio y, mientras permanezca así, otro tsunami podría golpear Indonesia, que se encuentra en estado de alerta.
«El riesgo de tsunami en el estrecho de la Sonda seguirá siendo alto mientras el volcán mantenga su fase de actividad» y «puede provocar nuevos deslizamientos de terreno submarinos», advirtió Richard Teeuw, de la Universidad de Portsmouth (Inglaterra, Reino Unido) a la agencia AFP.
Ese especialista comentó que «probablemente, el carácter nocturno del tsunami agravó el caos», debido a que «había pocas posibilidades de ver llegar la ola y correr para ponerse a salvo».