Tres alpinistas mexicanos desaparecieron en el Pico de Orizaba en 1959. Sus cuerpos fueron hallados más de medio siglo después. Pero fue apenas este martes 13 cuando el Ejército Mexicano logró desenterrarlos y recuperarlos. Estuvieron 59 años bajo la nieve en la cima más alta de México.
Este surreal caso cobró relevancia el 1 de marzo de 2015, cuando el grupo de montañistas de Chalchicomula de Sesma halló por casualidad los cuerpos momificados cerca de la cima del Citlaltépetl, el popularmente conocido como Pico de Orizaba.
El alpinista retirado Luis Espinoza, entonces de 78 años, sobreviviente de una avalancha en el Pico de Orizaba en 1959, en el que murió un escalador y desaparecieron otros tres, muestra un periódico que salvó desde noviembre de 1959 con el titular: «Muerte y drama en el Pico de Orizaba» durante una entrevista con AP en Tlachichuca, Puebla, el martes 10 de marzo de 2015. En aquella ocasión, Espinoza estaba convencido de que los cuerpos momificados descubiertos días antes eran los restos de sus compañeros escaladores desaparecidos.