Un poderoso tornado que se abrió paso en zonas de la capital canadiense derribó árboles, volcó autos y destruyó decenas de viviendas al dejar lo que el alcalde de la ciudad calificó el sábado como «una zona de guerra».
Más de 150.000 clientes seguían sin electricidad tras el paso del tornado, que rotó violentamente en partes de los extremos sur y oeste de Ottawa, así como sectores muy pobladas de la vecina ciudad de Gatineau, en Quebec, la noche del viernes.
Decenas de personas sufrieron lesiones y se reportan dos heridos; aunque no había reportes de fallecidos, informaron las autoridades.
El Hospital de Ottawatuiteó que dos personas se hallaban en condición crítica, una en estado grave y otras dos se encontraban estables. Las autoridades montaron albergues para aquellos que no podían regresar a casa e indicaron que habría asesoría psicológica disponible.