En Irlanda, Suzanne Dunne, una mujer de la localidad de Donabate, quedó ciega de un ojo tras ser víctima de un parásito.
Todo comenzó cuando Suzanne tomó un baño con los lentes de contacto puestos, y el patógeno Acanthamoeba, presente en el agua de la regadera, se alojó en el vacío de sus lentes y empezó a devorar su córnea derecha.
A consecuencia de lo anterior, la mujer perdió la vista en el ojo derecho y para que su tragedia no sea en vano, busca advertir a la gente que usa lentes de contacto de los riesgos que existen.
Suzanne aseguró nadie le advirtió que no se bañara con los lentes de contacto puestos y al poco tiempo, empezó a sentir una ligera irritación en el ojo, que fue agravándose a medida que transcurría el día, por lo que decidió irse a dormir temprano, con la esperanza de despertar mejor al día siguiente.
A la 01:30 h del día siguiente, Suzzane despertó en medio de un gran dolor en el ojo. “Era como si hubiera burbujas en la superficie de mi ojo, que estaba muy hinchado”, declaró la mujer, que fue llevada al hospital por su esposo.
Al llegar al Hospital Mater, se enteró de que padecía queratitis causada por un parásito llamado Acanthamoeba, que se localiza con frecuencia en cuerpos de agua estancada y que había infectado su córnea.