Mi oreja derecha apenas funciona. Lo importante es que sobrevivimos». Todo el mundo que haya viajado en avión sabe que uno de los mayores incordios es el molesto dolor de oídos que aparece durante el despegue, pero sobre todo, en el proceso de aterrizaje. Los cambios bruscos de presión que se sufren en uno de estos viajes pueden afectar a las cavidades de aire del organismo, como son los oídos, los senos paranasales y los pulmones. En el caso del aparato auditivo, se suele producir un fenómeno conocido como barotrauma, que consiste en un traumatismo provocado por cambios bruscos de presión.
El dolor de oídos es una afección normal en todo vuelo y a no ser que se produzca un cambio muy brusco de presión no reporta muchos más problemas. En el barotrauma se presentan síntomas que van desde la sensación de taponamiento a una leve sordera y hasta un pitido agudoseguido de dolor. Pero en los casos más graves, puede darse una rotura del tímpano con su correspondiente sangrado, según informa la Sociedad Española de Otorrinolaringología. Esto es lo que les pasó a los pasajeros del avión FR7312 que se dirigía a la ciudad croata de Zadar, cuando 33 personas necesitaron atención médica a causa de un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto alemán de Fráncfort-Hahn, según informó el diario alemán ‘Der Tagesspiegel’.
«Vi a una mujer llevada en camilla. Muchas personas, incluido yo, comenzamos a quejarnos por el dolor de oído. Algunas declararon que estaban sangrando», publicó en su perfil de Facebook el pasajero bosnioMiomir Todorovic, quien aseguró que todo comenzó cuando los viajeros oyeron un «golpe repentino no muy fuerte» seguido de una bajada de temperatura en el interior de la aeronave. A continuación, las mascarillas cayeron del techo.
«Después de ponerme la mascarilla tomé las coordenadas GPS con el móvil», señaló Todorovic. «Me quedé horrorizado al ver que estábamos volando a 8.000 metros. En cuestión de menos de un minuto, bajamos 3.000 metros de forma súbita. Después, el descenso no fue tan brusco, pero mis oídos me dolían muchísimo». A pesar del pánico por el aterrizaje forzoso, el pasajero recalcó que la gente se mantuvo calmada en todo momento. «Para ser sincero,los pilotos de Ryanair realizaron un trabajo excelente, pero estaría mejor que para la próxima vez informaran a las personas de a bordo que se trataba de un procedimiento estándar en este tipo de situaciones».