El actor y empresario Roberto Palazuelos dice que en la serie biográfica de Luis Miguel hay una serie de mentiras, en las cuales lo han inmiscuido por su popularidad.
“Antes que nada se siente padre que te recreen ahí cuando tenías 21, 22 o 23, en esa época Micky tendría como 18 o 19, el Burro como 24. Lo que sí es hay cosas que sí son ciertas, pero hay otras muchas que no lo son“, comenta el también empresario.
Durante la charla, Palazuelos comentó que todas las imprecisiones dentro de la producción de Netflix lo han expuesto a ofensas y críticas.
“La primera, cuando hablan acerca de que yo chismié que Mariana estaba con el Negro González, que estaba yo con el burro, ninguno de los dos fuimos, tampoco estuvo el Negro González Iñárritu. “Desde ahí, dices que están utilizando mí personaje. Lo que pasa es que los escritores han agarrado mucho mi personaje para crear una persona ficticia pero se les olvida que soy una persona de carne y hueso, sin pensar en los problemas que me pueden causar“, explicó.
Después de eso, “todo había estado bien“, hasta la pelea en el Baby O, en el capítulo que se estrenó el pasado domingo 24 de junio.
“En el capítulo en donde supuestamente me peleo con este cuate en el Baby O en 1989, de entrada Muchachitas fue a finales de 1991, ¿cómo puede haberle yo dicho que me acaban de contratar para la telenovela? cuando a mi me faltaban dos años de futuro para llegar a esa telenovela.”
“Y ahí dejan que mi antagónico y que me molesto y que no sé qué, nada de eso pasó, es una vil mentira. Ya ahí sí molesta un poco, porque yo estoy tranquilo con mi hijo y comienzan a llegar insultos por Instagram, por Twitter de que yo era un gorrón, un mal agradecido.”
El “Diamante Negro“, asegura que esa pelea sí la tuvo Luis Miguel, pero con otros amigos. Esas personas, según Palazuelos, no son reconocidas y por eso decidieron usarlo a él para recrear esas discusiones. Además, aseguró que nunca hubo una ruptura con el cantante. Palazuelos considera que hay muchas cosas que son reales y que la serie no ha presentado.
“De entrada no marca la prepotencia de él, se pone muy decentito, no marca lo drogadicto que era, porque ese cuate se metía perico cada tres minutos.”
“Yo soy un caballero no voy a hablar mal de él, nada más que si conmigo no se meta, porque entonces yo voy a contar las cosas que yo sí sé“, aseguró.